Wilder Córdoba, dos años de ausencia
A la fecha no se ha logrado esclarecer el crimen del periodista nariñense
La Unión-Nariño
Sicarios apagaron su voz hacia las cuatro de la tarde de ese día, era un lunes. Fueron cuatro los impactos de bala que entraron en su cuerpo el cual permaneció tendido durante varias horas en el lugar donde fue ultimado. El periodista se había convertido en la noticia, su amigo y colega Jaime Rivas sin saber de quien se trataba, le envió al chat su propia fotografía para que averiguara quién era el hombre que habían matado en la vereda el Salado, luego fue informado que se trataba de su amigo.
“Me dicen mataron al periodista, de una me metí al carro y comencé a gritar como un loco, eso fue durísimo. me erizo todavía al recordar ese momento” ..había estado con él en horas de la mañana, el de la foto tenía su misma ropa”
Según Rivas en días anteriores habían hablado de las amenazas y éste le había sugerido bajarle a las mismas. “Teníamos mucho miedo los dos, sino te matan a ti, me matan a mí, pero a veces lo tomábamos como ‘chanza’ no creímos que fuera a convertirse en realidad. Wilder le había mostrado las imágenes de los mensajes en los que lo amenazaban para que se callara.
Sus denuncias por obras incompletas o injusticas alentaban a la comunidad a seguirlo, pero incomodaban a otros, por eso las amenazas no se hicieron esperar como lo cuenta su hermano Harry Córdoba.
Era un hombre humilde, su mayor riqueza el reconocimiento de la gente, era un padre de familia y un hijo amoroso. También era un buen amigo y un gran conversador que no conocía del miedo.
Después de dos años su crimen sigue impune, sus hijos quedaron desprotegidos tanto como su comunidad, su ausencia y las razones de la misma atemorizan a quienes permanecen en el oficio.
“En este momento lo que pasa en el municipio, es que nadie se arriesga, nadie hace lo que hacia Wilder, ir al campo, estar con la gente con la comunidad, estar pendiente de los más necesitados, creo que todas las personas a las que nos gusta el periodismo tenemos un poco de miedo” asegura Rivas.
Según la Fundación parala libertad de Prensa FLIP, en los últimos diez años, en Colombia han sido asesinados 17 periodistas a causa de su trabajo, cuatro de ellos en este 2024, Colombia es el segundo país de América Latina más mortal para el periodismo, después de México. Daniel Chaparro, asesor de la Flip.
“El análisis del estado de los avances en la investigación de estos homicidios revela que la impunidad se ha convertido en la norma y las amenazas van en aumento”: según la organización.
Han pasado dos años de este crimen sin que a la fecha se haya identificado la autoría material e intelectual, solo incertidumbre tristeza y dolor ronda en la cabeza de los miembros de su familia, de sus amigos de su audiencia que solo espera se haga justicia.