Justicia

“No podemos discutir con ausentes y menos con fantasmas”: Novoa

Armando Novoa, jefe del equipo negociador del Gobierno en diálogos con la Segunda Marquetalia pidió a Iván Márquez aparecer y dar claridad al proceso de paz.

Un giro inesperado tomó el proceso de paz entre el gobierno nacional y la Segunda Marquetalia ante una carta que envió aparentemente Iván Márquez que lidera este grupo armado, desautorizando al jefe de su delegación Walter Mendoza y asegurando que las decisiones que allí se toman no cuenta con su autorización.

En diálogo con Caracol Radio Armando Novoa, jefe del equipo negociador del Gobierno colombiano en estas conversaciones con la Segunda Marquetalia, aseguró que la carta los sorprendió y los llevó a un cambio de foco en la reunión.

“Por supuesto, esto obligó a un cambio de la agenda, ya que ambas delegaciones tuviéramos que abocarnos a examinar, no solamente el contenido de la carta, sino si es cierto su contenido, las implicaciones que él mismo tendría sobre el avance de las conversaciones con la delegación”.

Armando Novoa dijo que le causa curiosidad que sea la Segunda Marquetalia la que pida que el gobierno nacional verifique la autenticidad de una carta cuando se supone que esta delegación tiene comunicación directa con quien lidera este grupo Iván Márquez.

“Es una situación completamente extraña y atípica, porque para el gobierno nacional, el jefe de la delegación de la segunda Marquetalia, hasta que no se diga, lo que dice la nación sigue siendo el señor Walter Mendoza. Lo conducente a juicio de nuestra delegación, es que si las instancias de dirección de la segunda Marquetalia tomaron una decisión en sentido diferente, la hubieran puesto en conocimiento previo del gobierno nacional, a efecto de que nosotros pudiéramos entonces tomar nota de esa situación, solicitarle al Consejero Comisionado de Paz, que cambie el representante jefe de ese grupo en la mesa de diálogos y continuar con las conversaciones. Pero es que llama la atención que esa carta, en la práctica, implica una especie de destitución del jefe de la delegación, sin comunicársela previamente al gobierno nacional. Y por otra parte, los delegados de la Segunda Marquetalia en la mesa afirmaron que la dirección nacional son ellos, y que en consecuencia, cualquier decisión diferente tendría que haber sido consultada previamente con quienes estuvieron presentes en la reunión del día de ayer”.

De comprobarse la autenticidad de esta carta se estaría frente a un escenario de ruptura de la Segunda Marquetalia, y Armando Novoa se refirió al costo político al estar nuevamente Iván Márquez rechazando un nuevo proceso de paz.

“Pero nosotros hemos reiterado que ningún incumplimiento, por grave que sea, puede legitimar volver a las armas, porque la vía armada en Colombia está agotada y es rechazada mayoritariamente por la sociedad colombiana. Entonces, en ese orden de ideas, nosotros siempre reclamamos desde el principio que esta mesa de negociaciones fuera orientada por unos principios de celeridad, de seriedad, de ponderación y de eficacia. Y lo que nos hemos encontrado en estos seis meses es que en una serie de dificultades derivadas de la ausencia de Iván Márquez, situación que para nosotros es inadmisible, porque, por supuesto, si la condición para avanzar en la mesa es la presencia de Iván Márquez, pues él mismo tendría que tomar una iniciativa que lo facilitara y el gobierno ha manifestado su disposición a hacerlo. Pero, obviamente, no podemos discutir con ausentes y menos con fantasmas”.

Según contó Armando Novoa en este diálogo con Caracol Radio que esperarán hasta el 20 de noviembre para saber qué decisión tomará la Segunda Marquetalia frente a la carta de Iván Márquez.

Porque se podría estar frente a otro proceso que se divide como ha pasado con el ELN y el Estado Mayor Central de las Farc.

“Estamos en una mesa de conversaciones, por consiguiente cualquier cosa que digamos o decidamos tiene que ser ponderada, tiene que ser previamente evaluada. Pero está claro que una de las características de estos procesos de diálogo en el contexto del posacuerdo del año 2016 está marcada por la fragilidad en las estructuras de dirección de los grupos que han manifestado interés en dialogar con el gobierno. Me refiero a la fragilidad programática, a su consistencia ideológica y también a los acuerdos internos para que puedan mantenerse unidos. Lo que observamos es que en la medida en que avanzan los diálogos de manera eficaz, en esa misma medida, esos grupos en lugar de unificarse tienden a difuminarse, a fraccionarse, a subdividirse y por supuesto para nosotros es una situación compleja”.

Armando Novoa jefe de la delegación del Gobierno en estos diálogos con la Segunda Marquetalia, fue claro en señalar que el Estado no renunciará a buscar la paz con los grupos que quieran dialogar porque es un deber responder al clamor de la sociedad colombiana y las comunidades que sufren la violencia cotidianamente en los territorios.

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