“Los resultados, más allá de las cifras, reflejan las necesidades”: Censo Barú 2023
Asociación Somos Barú presentó resultados del sondeo, en alianza con la Universidad de Cartagena y el Consejo Comunitario
Ante más de 460 personas, la Asociación Somos Barú presentó los resultados del Censo de Población y Vivienda Barú 2023, realizado en alianza con la Universidad de Cartagena y el apoyo del Consejo Comunitario, como una herramienta para identificar estrategias de intervención que generen capacidades y bienestar en los habitantes de la cabecera y el área rural dispersa de este corregimiento insular.
Cumpliendo un riguroso proceso técnico liderado por el Instituto de Políticas Públicas Regional y de Gobierno (IPREG) de la Universidad de Cartagena, el censo permitió obtener información detallada sobre demografía y vivienda, composición del hogar, acceso de sus habitantes a servicios públicos, nutrición, salud, educación, cuidado infantil, educación sexual y reproductiva, trabajo, ingresos y capital social.
Barú:
La población total censada fue de 4.268 habitantes y 1.385 viviendas, de las cuales el 84% (1.166) se destina a uso residencial y el 8% a uso comercial. Las viviendas residenciales están habitadas por 1.297 hogares, el 87% de estos hogares se ubica en la cabecera del corregimiento.
Barú tiene una población mayoritariamente afrodescendiente y joven, el 71% de sus habitantes es menor de 40 años y el 81% se reconoce como afrodescendiente.
Servicios públicos
La conexión a servicios públicos muestra resultados que contrastan: por una parte, la cobertura de energía eléctrica llega a casi todas las viviendas (97%), mientras que la conexión a acueducto y alcantarillado es inexistente y obliga a los habitantes del corregimiento a acceder al agua potable por medios no permanentes y costosos como la pileta, el carrotanque y el agua embotellada.
Salud y atención a la primera infancia
En Barú el 63.5% de los residentes accede a los servicios de salud a través del régimen subsidiado y el 24% se encuentra asegurado en el régimen contributivo; el 10% no se encuentra cubierto y por tanto no puede acceder a los servicios de salud.
Por otra parte, en Barú hay 434 niños y niñas menores de cinco años, 250 de ellos no asisten a un hogar comunitario, la mayoría de ellos, se queda al cuidado de su padre o madre, el 12% de un pariente en su hogar.
El embarazo adolescente es una de las trampas de la pobreza más fuertes por las barreras que levanta tanto para la joven que deja de estudiar y de trabajar, como por las consecuencias prácticas para los recién nacidos, si no se les brinda la atención adecuada.
Los datos muestran que en Barú el embarazo adolescente es 10 puntos porcentuales mayores que los de Cartagena (25%), es decir, que una de cada cuatro adolescentes entre 15 y 19 años ha tenido un hijo. Entre los los 14 y 16 años la tasa de embarazo adolescente se cuadruplica.
La educación y empleo en Barú en datos
El Censo muestra que el rezago de Barú frente a Cartagena también se evidencia en los indicadores de educación. La tasa de analfabetismo es del 7,5% de la población y el 51% residente en Barú no ha superado la básica secundaria. El 25% de los niños y jóvenes que asiste a la escuela no realiza ninguna actividad extraescolar.
Las condiciones de trabajo y empleo en Barú no son las mejores, El 18,9% de la fuerza de trabajo, es decir personas entre los 15 y 64 años no tenía empleo, una cifra casi dos veces mayor que la tasa de desempleo de Cartagena y la informalidad alcanza el 72%. Las personas trabajan en negocios que no tienen las condiciones apropiadas y generan bajos ingresos laborales, dos terceras partes de los ocupados trabaja sin contrato laboral y el 51% de los trabajadores independientes realiza su actividad en las playas.
Pobreza y seguridad alimentaria
En Barú, 20% de los residentes dejó de consumir alguna de las tres comidas por falta de dinero y el 37% de los residentes es pobre, según el IPM (Índice de Pobreza Multidimensional) del corregimiento.
Las privaciones con mayor peso en el corregimiento son el acceso a servicios públicos domiciliarios (agua y alcantarillado), el empleo informal, las barreras de acceso a la salud y el bajo logro educativo.
Alianzas con apuestas de cambio para Barú
Desde los alcances del Censo, la directora ejecutiva de la Asociación Somos Barú, Ángela María Matiz Filella, explicó: “Esta es la primera vez que se recogen datos puerta a puerta en un territorio rural de Cartagena. Los resultados, más allá de las cifras, reflejan las necesidades y desafíos que enfrenta la comunidad barulera. “esperamos que estos resultados motiven a todos los sectores y actores, a una reflexión juiciosa de la realidad de la zona rural e insular de Cartagena, particularmente de Barú, sin perder de vista que cada persona contada en el Censo Barú 2023, es una voz que importa y un ciudadano sujeto de derechos”.
Por su parte, la Vicerrectora de Extensión y Proyección Social, Bertha Arnedo Redondo expresó: “Esta Universidad casi bicentenaria, la más antigua de Colombia sigue aportando a la construcción de la Nación y lo hacemos muy cerca a las comunidades; estoy segura que este ejercicio arroja los resultados que arroja porque todos trabajaron juntos y lo hicieron posible. Sabemos que hay grandes retos en salud, servicios públicos, empleo, entre otros, pero también conocemos hoy con más claridad el rostro de Barú, de su población joven, de su riqueza natural, de sus oportunidades de emprendimiento y turismo”.
Diego Camargo, presidente de la Junta Directiva del Consejo Comunitario de Barú manifestó que “Para la junta del Consejo, el Censo Barú 2023 es importante porque ahora tendremos claridad acerca de nuestras necesidades y priorizar cómo salir adelante. Este proceso en compañía de Somos Barú fue interesante y novedoso; hoy creemos que los resultados es lo que necesitamos como una herramienta contundente para seguir trabajando de la mano con los aliados en el territorio y que han sido de suma importancia para nosotros”.
Somos Barú y su apuesta de cambio por los baruleros
Desde su creación en 2020, la Asociación Somos Barú ha apostado por la educación como factor de cambio social; su agenda educativa se orienta a la formación para el trabajo y el desarrollo humano; ampliar las oportunidades de acceso a la educación superior de jóvenes bachilleres, mediante un robusto programa de becas; reducir el analfabetismo funcional y desarrollar capacidades en la primera infancia.