Gaula de la Policía interviene caso de extorsión en finca de Arjona, Bolívar
El propietario recibió una llamada de un supuesto comandante de autodefensas y le exigían 10 millones de pesos, bajo la amenaza de atetar con la vida de sus empleados
Cartagena
La lucha contra los fenómenos del secuestro y extorsión que enfrenta el Gaula de la Policía Nacional durante más de dos décadas ha sido cambiante, se han encontrado un sinnúmero de modalidades y modus operandi, en la cual grupos criminales y de delincuencia común adoptan metodologías engañosas para generar múltiples constreñimientos hasta poder lograr su objetivo, la afectación al patrimonio económico de las víctimas.
Ingresa al grupo de alertas de Caracol Radio Cartagena
Un ejemplo reciente es el caso de un propietario de una finca en Arjona, quien a plena luz del día recibió una llamada de un supuesto comandante de autodefensas. En la llamada, se le informó que su finca estaba rodeada por más de veinte hombres y que sus trabajadores estaban retenidos. Al intentar comunicarse con ellos sin éxito, el propietario quedó desconcertado. Posteriormente, recibió otra llamada en la que se le exigía el pago de 10 millones de pesos, bajo la amenaza de atentar contra la vida de sus empleados.
El propietario alertó de inmediato al GAULA, donde recibió orientación de personal especializado. Tras esto, un equipo de uniformados se dirigió a la finca. Al llegar, encontraron a los trabajadores aterrorizados, quienes estaban recibiendo amenazas y órdenes del extorsionista a través de llamadas telefónicas, lo que les impedía responder a otras personas. Bajo esta presión, los trabajadores habían entregado toda la información sobre el propietario.
Lea también:
El GAULA, familiarizado con esta modalidad de secuestro extorsivo originada en centros carcelarios, intervino para restablecer la calma entre los afectados. Se descubrió que, debido a las intensas intimidaciones telefónicas, incluso habían sacrificado una res siguiendo las órdenes del extorsionista. Además, se habían tomado fotos de los trabajadores amordazados, las cuales fueron enviadas al victimario para probar la veracidad de las amenazas.
Es crucial desconfiar de llamadas extorsivas que exigen pagos urgentes. Recuerde la campaña del GAULA: ¡Yo No Pago, Yo Denuncio! No acceda a las demandas sin una asesoría adecuada, ya que pagar la extorsión solo fortalece a los delincuentes.
En caso de enfrentarse a una situación similar, comuníquese de inmediato con la línea gratuita 165. Un funcionario estará disponible las 24 horas para atender su solicitud y brindarle la información necesaria. La justicia es rigurosa con estos delitos: las penas para la extorsión oscilan entre 8 y 24 años de prisión, con la posibilidad de aumentarse por agravantes.