Inteligencia estadounidense afirma presencia de Irán en protestas contra la guerra en Gaza
Avril Haines, Directora de Inteligencia Nacional, coordina todas las actividades de inteligencia dentro del Gobierno de Estados Unidos y actúa como la principal asesora del presidente en materia de inteligencia para la seguridad nacional.
La directora de Inteligencia Nacional de EE.UU., Avril Haines, afirmó este martes que agentes del Gobierno iraní se infiltraron en las protestas contra la guerra en Gaza, que durante semanas sacudieron universidades estadounidenses.
En un comunicado oficial, Haines afirmó que el ejecutivo iraní se infiltró en esas protestas de varias formas, incluyendo publicaciones en internet para fomentar las manifestaciones e incluso brindando apoyo económico a los manifestantes.
”En las últimas semanas, actores del Gobierno iraní buscaron aprovecharse oportunistamente de las protestas en curso sobre la guerra en Gaza, utilizando un manual que hemos visto usar a otros actores a lo largo de los años”, apuntó Haines.
”Hemos observado a actores vinculados al Gobierno de Irán haciéndose pasar por activistas en línea, buscando fomentar protestas e incluso proporcionando apoyo financiero a los manifestantes”, aseguró en el comunicado.
Haines afirmó que la inteligencia recolectada no contradice que la mayoría de esas protestas fueran protagonizadas por estadounidenses “de buena fe” que querían expresar su opinión sobre la guerra en Gaza, pero argumenta que es el deber de su oficina “advertir sobre actores extranjeros que buscan explotar el debate para sus propios fines”.
Durante los meses de abril, mayo y junio, miles de estudiantes tomaron universidades de Estados Unidos con manifestaciones y acampadas para protestar contra la guerra de Israel en Gaza, en las mayores movilizaciones de este tipo en décadas.
Las protestas tuvieron su detonante en los intentos de la Policía para desmantelar, el 18 de abril, una acampada contra la guerra en Gaza en la Universidad de Columbia.
Como resultado, ese movimiento se extendió a más de medio centenar de centros educativos y dejó más de 3.100 detenidos, de acuerdo con el recuento del diario The New York Times