Medellín, Antioquia

La exconcejal de Medellín, María Paulina Aguinaga, renunció a su contrato de prestación de servicios para el asesoramiento a la gerencia de la Empresa de Vivienda de Antioquia, VIVA. La decisión se da luego de la polémica generada por su llegada a esta entidad de la Gobernación de Antioquia, debido a que varios sectores de la derecha insisten que la exintegrante del Centro Democrático se prestó para favorecer al exalcalde Daniel Quintero Calle en votaciones del Concejo de Medellín.

Aguinaga, quien en su momento no habría honrado el llamado pacto de Chuscalito, algo que ha negado en diferentes ocasiones, había firmado el contrato millonario por siete meses.

El objeto del contrato es “...la prestación de servicios profesionales de apoyo a la gerencia general en la gestión de proyectos, planeación, análisis, implementación, articulación y acompañamiento a los procesos misionales de la Empresa de Vivienda de Antioquia -VIVA-”.

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El pacto de Chuscalito que no fue

María Paulina Aguinaga, junto a toda la bancada del Centro Democrático, en su momento, fue criticada por no haber votado por Simón Molina para la presidencia del Concejo de Medellín, en medio de la elección que permitió la victoria de Lucas Cañas, del Partido Conservador y quien era el candidato de la coalición de Daniel Quintero Calle.

Luego de esta polémica, Aguinaga renunció al Centro Democrático y a su curul en el Concejo de Medellín.