Lina Cristancho: una historia de superación y liderazgo en la Policía Nacional
Por: S.I. Emilio Gutiérrez Yance
Cartagena
La historia de la capitana Lina Marcela Cristancho López, es una narrativa de dedicación, empatía y amor por la comunicación social. Nació el 22 de agosto de 1987 en Pereira, Risaralda, hija única. Su vida, ha sido un constante ejercicio de adaptación y superación.
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Desde temprana edad, Lina mostró un espíritu resiliente cuando a los 12 años, se mudó a Bogotá y enfrentó la separación de sus padres. A pesar de las dificultades y el bullying por una quemadura en la mano, su empatía y solidaridad le permitieron integrarse y florecer en la capital colombiana.
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El legado de su padre, Jairo Alfonso, quien falleció hace tres años debido a una enfermedad terminal, sigue presente en su mente. “Yo siento su presencia guiándome y motivándome a ser una mejor persona cada día. Mi padre es un ángel para mí”, dice entre lágrimas y con una expresión de satisfacción.
En sus 15 años de servicio, ha recibido 124 felicitaciones, 13 reconocimientos y 5 distintivos de especialidad. Sin embargo, lo que más valora es el aprecio de sus compañeros y de la comunidad.
Lina comenzó su formación académica en el Colegio La Anunciación de Pereira y continuó en el Politécnico Nacional Femenino. Su pasión por la comunicación social la llevó a la Corporación Unificada Nacional de Educación Superior (CUN), donde se graduó como técnica en Comunicación Social y Relaciones Públicas, años más tarde obtuvo título de Comunicación Social y Periodismo en la Universidad Los Libertadores, motivada por el entonces general Naranjo.
Ingresó a la Policía Nacional en 2009, inicialmente como patrullera, y se convirtió en la fotógrafa para la revista de la Policía. Su talento y dedicación le permitieron escribir el “Libro de Oro de Carabineros de Colombia” y contribuir a la fundación de la oficina de comunicaciones estratégicas de la Inspección General.
Durante su tiempo en la Escuela de Cadetes General Francisco de Paula Santander, su tesis fue laureada por el “Libro de Brillantes de la Escuela”, un logro que refleja su excelencia académica y profesional. Posteriormente, viajó a México, a la Universidad Autónoma de Puebla, donde obtuvo el primer puesto por su trabajo sobre principios y valores institucionales y su impacto en la comunicación corporativa. Era la única policía en el grupo y eso le valió un significativo reconocimiento.
Como jefa de comunicaciones de la Policía de Tránsito y Transporte de Bogotá, su labor ha sido integral y efectiva. Su experiencia en diversos roles, desde el trabajo con Infancia y Adolescencia hasta la Dirección de Protección y Servicios Especiales, le ha permitido descubrir y fomentar su amor por los animales. Un ejemplo significativo de su dedicación es el rescate de “Mona”, una perrita criolla que adoptaron los policías del CAI de Kennedy en Bogotá, a la que le dieron una oportunidad de vida con casa y alimentación. “Siempre estaremos dispuestos a arriesgar nuestras vidas no solo por los seres humanos, sino también, por nuestros amigos fieles como es el caso de nuestra Mona”, afirma.
Como policía de infancia y adolescencia, recuerda el rescate de una menor de tan solo cuatro meses de nacida que habían dejado abandonada en una vivienda y lloraba desconsolada, eso le partió el alma pero al final sintió la satisfacción por el deber cumplido.
Una de las experiencias más significativas en su carrera policial fue ser nombrada junto con otras cuatro compañeras, ángel custodio del Papa Francisco, cuando el Santo Padre vino a Colombia, “estar tan cerca de él, ver su humildad, en verdad me hizo sentir la presencia del Espíritu Santo”. Recuerda con bastante emoción.
En Tumaco, Nariño, junto con sus compañeros y la comunidad, ayudó a construir un parque y apadrinaron a varios niños, dejando una huella indeleble en la región. En situaciones de alto riesgo, Lina ha demostrado valentía y solidaridad, protegiéndose mutuamente con sus compañeros.
En un ámbito predominantemente masculino, se destaca no solo por sus logros, sino también por su fortaleza y determinación. Las mujeres representan el 25% de la Policía Nacional, y Lina es un claro ejemplo de cómo pueden ocupar cargos importantes y enfrentar desafíos con éxito. Su honestidad, lealtad, responsabilidad y solidaridad, son valores que resuenan profundamente en su trabajo diario.
Por estos días, se encuentra en Estados Unidos en un intercambio de conocimiento en temas de comunicaciones y vocerías junto con 28 compañeros de distintas regiones del país, viviendo una experiencia enriquecedora que predijo su padre antes de morir. La capitana Lina Marcela, continúa sus estudios en sociología y un técnico en seguridad vial, reafirmando su compromiso de estar en todos los escenarios posibles para entender a las personas y llevar un mensaje positivo a la sociedad.
Su sueño de crear una fundación para ayudar a los animales callejeros, refleja su compasión y su deseo de hacer del mundo un lugar mejor. Cada paso en su carrera ha sido un testimonio de su pasión por la comunicación social y su dedicación a la comunidad y a sus compañeros.
La capitana Lina Marcela Cristancho López, no solo es una destacada oficial de la Policía Nacional, sino también, una inspiración para todos aquellos que creen en el poder transformador de la comunicación y la empatía.