“Esta es la inminente destrucción del sistema de salud”: Alejandro Gaviria
El exministro de Salud, cree que la intervención a la EPS Sanitas, es muestra de un revanchismo ideológico que se está anteponiendo al mismo sistema en el país.
Bogotá
Ante la reciente intervención por parte de la Superintendencia de Salud, a la EPS Sanitas, la segunda más grande del país, el exministro de esa cartera, Alejandro Gaviria, se pronunció en 6AM Hoy Por Hoy, estableciendo que antes que nada la SuperSalud debió realizar unas medidas como un plan de mejoramiento, poner unos indicadores tras la evaluación de lo que está ocurriendo, después viene una medida de vigilancia intensificada o especial con unos reportes mensuales, antes que la misma intervención que conoció el país la noche anterior.
El exministro enfatizó que los indicadores financieros de Sanitas y de atención en salud, están por encima del promedio del sistema, por lo que Gaviria asegura que la intervención no tiene sentido y que parece más una retaliación; siguiendo la línea de muchas voces críticas al Gobierno, que la Reforma a la Salud va sí o sí, sin la aprobación del Congreso.
Frente a la situación de los pacientes, el exminsitro Gaviria puso como ejemplo el de una persona con un procedimiento inmediato en Sanitas, que por la decisión de la Superintendencia, no observará que habrá una congestión de trámites porque todos los beneficiarios por miedo, buscarán solucionarlo, exigiendo una demanda de servicios; mientras que los prestadores tendrán el temor que en cualquier momento la liquidación de la empresa será inminente, por lo que no se daría el pago requerido.
Sobre algún modelo de prestación de servicios en salud que podría ser el grupo Keralty, el exministro Gaviria, prevé que cualquier interventor que vaya administrar la red no estará de acuerdo con ello y se presente un desencuentro, como en sí Santias decida buscar otra red para contratar, y esto podría ser complejo para pacientes crónicos que ya están en la base de datos, tratamientos, historias clínicas y de más.
Manifiesta que la decisión del Gobierno da una muestra de revanchismo ideológico que se está anteponiendo al mismo sistema en el país, por lo que los problemas del mismo no se solucionan con intervenciones. Explica que los problemas de las EPS son financieros, que alimentan la insuficiencia de la Unidad de Pago por Capitación (UPC), así como con la demora de los pagos de los presupuestos máximos. Bajo ese contexto, el exministro siente que será lo mismo que le ocurrió a Famisanar, cuando un interventor administra sólo un problema, mientras los otros siguen creciendo, que a la razón de dos o tres años, la liquidación es inminente.
La EPS Sanitas, con cinco millones y medio de pacientes, podría ser intervenida administrativamente por Duber Dicson Vargas Rojas, frente al perfil de esa hoja de vida el exminsitro Gaviria, asegura que todo iniciaría con un error puesto que el señor Vargas ha intervenido hospitales, caso muy ajeno a una empresa prestadora de salud, por lo que la diferencia radicaría en que una cosa es manejar actividades de aseguramiento, otra es entender cómo funciona la red de una EPS, y la última es explicar y solucionar problemas financieros.
Por último el exminsitro Alejandro Gaviria, asegura que el actual Gobierno tiene un diagnóstico errado frente a la situación financiera y por ende, los problemas que acarrean las EPS. La ideología entra a operar, según Gaviria, porque le dan una idea a la opinión pública que el caso particular de Sanitas es que esta aparentemente desvió, desapareció u ocultó billones de pesos, pero lo que desconoce la ciudadanía, es que las EPS tienen en el sistema bancario cuentas maestras, por lo que cualquier autoridad puede conocer a quién y cómo se realizaron giros de dinero.
En el contexto anterior, el exministro cuestiona el concepto de las ‘reservas técnicas’ no tienen sustento, porque mostrarían a un Gobierno que va administrar los supuestos dineros perdidos por parte de las EPS, a lo cual el interventor verá que no es cierto y por consiguiente el dinero no le alcanzará para suplir el problema financiero, y finalizará con destruir el sistema de salud.