¿Es malo? Esto podría pasar si vuelve a congelar comida descongelada
Expertos en seguridad alimentaria explican qué pasa cuando se vuelven a congelar los alimentos, estas son sus advertencias y recomendaciones
Congelar los alimentos es una de las mejores formas de conservar los alimentos en un buen estado. De acuerdo con la Academia de Nutrición y Dietética, las frutas y verduras que se congelan pueden conservar sus vitaminas y minerales sin tener cambios en el contenido de carbohidratos, proteínas o grasas.
No obstante, para mantener el buen estado de los alimentos, se debe tener algunos cuidados. Uno de ellos tiene que ver con volver a congelar comidas que fueron descongeladas, ¿es correcto hacerlo?
Los expertos han analizado qué pasa con la comida cuando hay ese cambio de temperatura y las consecuencias que tendría sobre la comida volverlos a congelar. Conozca las advertencias que hacen y lo que recomienda.
¿Es malo recongelar los alimentos?
Lo que se ha encontrado hasta el momento es que no está mal a congelar alimentos que fueron descongelados. No obstante, hay que tener cuidado con la forma en la que se descongelaron, el tiempo que duró descongelado y el tipo de alimento.
Leer más:
La extensión de Seguridad Alimenticia de la Universidad de Minnesota, explica que, cuando se congelan los alimentos, se rompen algunas de las paredes celulares de la comida. Por esta razón, cuando se descongela, los alimentos no saben igual ni tienen la misma textura.
Al congelar, descongelar y luego volver a congelar algún alimento, se presenta una mayor descomposición de células, lo que filtra la humedad y cambia aún más la integridad del producto. En este proceso, pueden aparecer baterías, especialmente durante la descongelación.
La Oficina de Ciencias y Sociedad de la Universidad McGill, en Canadá, recuerda que la congelación no mata las bacterias, solo evita que se multipliquen. En este sentido, los alimentos descongelados tienen algunas bacterias que pueden multiplicarse a temperatura ambiente.
Cuando estos alimentos se vuelven a congelar, se puede dar un aumento en el recuento de bacterias que guardan y que, al momento de volver a quedar a temperatura ambiente, podría ser un problema. Para evitar esto, se debe tener cuidado en la forma en que se descongela la comida.
¿Cuándo es seguro volver a congelar la comida?
La extensión de Seguridad Alimenticia de la Universidad de Minnesota advierte que, para volverlo a congelar de forma segura, el producto debe haberse mantenido frío a 40 grados o menos por máximo 3 a 4 días antes. Además, aconseja tener en cuenta que:
- Si los alimentos se descongelaron por completo, se calentaron a temperatura ambiente o se dejaron fuera del refrigerador por más de 2 horas, lo mejor es desecharlos por seguridad. Esto aplica especialmente en carnes, pollos, mariscos y alimentos previamente cocidos.
- Muchas verduras pueden volverse a congelar sin peligro, aunque hay que tener en cuenta que en este proceso pierden su textura, sabor y apariencia.
- Los concentrados de frutas y jugos descongelados pueden volverse a meter al congelador si saben y huelen bien.
- Los panes, galletas y productos de panadería se pueden congelar, pero el producto final va a ser completamente diferente, perdiendo su calidad, por lo que no se recomienda. Aunque, cabe destacar que no es peligroso consumirlo después de volverlo a congelar.
Para volver a congelar los alimentos, la Universidad recomienda que se coloquen estos productos en la parte más fría del congelador. Se aconseja marcarlo con la fecha y solo usarlo dentro de los 2 a 3 meses siguientes.
La forma correcta para descongelar
La mejor forma de alargar el tiempo de la comida congelada es teniendo cuidado con la forma en que se descongela. El Estado de Seguridad Alimentaria americano explica que las comidas se deben descongelar en el refrigerador, no directamente con el clima ambiente.
Según explica la entidad, a medida que se descongela un alimento, lo primero que se descongela es el exterior, que alcanza una temperatura ambiente, lo que lo deja en una hoza de peligro de bacterias, mientras el interior aún está descongelado. Esto aumenta las posibilidades de que crezcan bacterias dañinas que, si bien suelen morir cuando se cocinan, pueden quedar algunas toxinas en la comida.