Mayorías en el Senado no favorecen al Gobierno: Juan Fernando Cristo sobre reforma a la salud

Luego de múltiples discusiones, disgustos entre congresistas y creación de comisiones accidentales para su análisis y evaluación, fue aprobada en segundo debate la reforma a la salud.

Durante la sesión plenaria de la Cámara de Representantes, en la noche del 5 de diciembre, se dio el visto bueno a 133 de los 143 artículos que hacen parte de uno de los proyectos más sonados del Gobierno.

Por un período de cinco meses y al menos quince sesiones, los congresistas discutieron la viabilidad del proyecto, que no salió invicto durante la primera legislatura del actual Congreso, entre 2022 y 2023.

Entre los asuntos que se aprobaron están facultades extraordinarias del presidente de la República y la transformación de las EPS en Gestoras de Salud y Vida.

También la creación de los Centros de Atención Primaria en Salud (CAPS), así como el manejo de los recursos del sistema a través de la Administradora de Recursos del Sistema de Salud (ADRES), y o de los entes territoriales.

Pese al avance de la reforma en la Cámara de Representantes, al proyecto aún le falta un punto fundamental de la discusión política: su paso por el Senado de la República.

Juan Fernando Cristo, exministro del Interior, analizó en 6AM Hoy por Hoy lo que implica la llegada del proyecto a esta corporación y las posibles salidas del Gobierno para lograr su aprobación.

Aseguró que “las mayorías en el Senado no favorecen al Gobierno”, razón por la que es necesario que este converse con la oposición y entable diálogos de concertación del texto de la reforma.

De lo contrario, es probable que el articulado que se estudió en la Cámara de Representantes, entre de nuevo en un punto muerto. Pero esta vez en el nivel más importante del legislativo.

Un diálogo necesario

El exministro señaló que la única salida para que la reforma pueda surtir efecto, es apelar al diálogo y la concertación de los puntos que, a pesar de haberse aprobado en la Cámara, siguen sin piso firme.

“Es fundamental buscar un acuerdo. No creo que el Gobierno tenga hoy la posibilidad, sin concertar, de tramitar en el Senado de la República la reforma a la salud”.

Algunos asuntos como la participación de las empresas privadas del sector salud en el sistema y la resolución de los temas fiscales y de sostenibilidad financiera, comentó, podrían iniciar discusiones en enero de 2024.

Estas conversaciones previas al próximo período de sesiones del Congreso responderían a que “por un año en la Cámara, el Gobierno logró consolidar unas mayorías con mucho esfuerzo. En el Senado el panorama pinta mucho más complejo”, señaló Cristo.

Sobre la posibilidad de que el Senado apruebe sin mayor trámite la reforma, con la confianza de que será la Corte Constitucional la encargada de confirmar su inviabilidad, expresó que no lo ve viable.

Agregó que en este momento “lo que le conviene al país es avanzar en una reforma a la salud, buscar mayor concertación, consensos y equilibrio entre la tarea del sector privado y la participación del Estado”.

“Yo soy optimista de que el Gobierno tome ese camino”, expresó.

Polarización política

Con la aprobación de la reforma en segundo debate de la Cámara de Representantes, el exministro expresó que “finaliza un capítulo”.

“La aprobación de la reforma a la salud en la plenaria de la Cámara se había convertido en un punto de honor para el Gobierno Nacional”, indicó. Lo que significa una especie de triunfo para el ejecutivo.

Sin embargo, criticó la reacción de ambas partes, pues la discusión aún está a medio camino y su solidez constitucional es un asunto sobre el que aún no se empieza a hablar.

“Están exagerando por igual quienes salen hoy a celebrar la aprobación en la Cámara como si ya se hubiera aprobado la reforma y hubiera pasado la Corte Constitucional, como los críticos que se lamentan y señalan una catástrofe como si también se hubiera aprobado ya”, expresó Cristo.

Agregó que ambas partes de la discusión política son “bandos radicalizados”, cuya reacción no suma al necesario debate y concertación del texto.

Por ahora, desde su postura, lo más imperativo es discutir que el Gobierno controle su exceso de participación en el nuevo sistema de salud y comprometer aún más a la empresa privada para su intervención.