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“El celular del futuro será un implante”: pionero de la telefonía móvil lo anticipa

La tecnología actual podría ya producir terminales que se implanten en el cuerpo para manejar los móviles y sus accesorios, dice famoso ingeniero.

Microchip de cuello en hombres detrás de la oreja, primer plano / Getty Images / Nikolay Ponomarenko

El ingeniero estadounidense Martín Cooper, uno de los pioneros de la telefonía móvil galardonado con el reconocido premio español Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica en 2009, pronosticó que en el futuro las personas llevarán terminales de comunicación insertados dentro del cuerpo a manera de implantes.

En un encuentro con alumnos y docentes de la Universidad de Oviedo, celebrado en la Escuela Politécnica de Gijón, Cooper dijo que llevar un auricular en la oreja conectado al móvil “ya es una antigüedad” porque la tecnología está en condiciones de producir terminales que se puedan insertar en el cuerpo.

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El fundador y consejero de la compañía ArrayComm, considerado el padre de la telefonía móvil, explicó que terminales muy pequeños pueden insertarse dentro del cuerpo en la parte posterior del pabellón de la oreja y operarse solo con la intervención de la voz humana para establecer comunicaciones.

Diagnósticos en tiempo real

Además, consideró que los sistemas de comunicación del futuro permitirán hacer diagnósticos del estado de salud de los usuarios en tiempo real cada minuto, lo que favorecerá poder atacar las enfermedades de manera prematura.

“Es un sinsentido que nos hagamos estudios de diagnóstico y controles sanitarios una vez al año, cuando la tecnología puede hacernos chequeos cada minuto”, explicó.

Cooper, que ganó el Premio Princesa de Investigación Científica y Técnica 2009 junto al ingeniero estadounidense Raymond Samuel Tomlinson, por la aportación al desarrollo del correo electrónico y de la telefonía móvil, abogó por poner la tecnología al servicio del bienestar de toda la población.

Cobertura deficiente en el mundo

La revolución tecnológica debe orientarse hacia la salud y la educación y tener como finalidad el bienestar de la población de todos los países contribuyendo a eliminar la pobreza, afirmó ante un auditorio de decenas de alumnos y docentes universitarios.

Consideró necesario ampliar la cobertura de internet a todo el mundo, con precios accesibles, y ha puesto como ejemplo que actualmente Estados Unidos carece de cobertura en el 20 por ciento de su territorio y que solo la mitad de los estudiantes tienen acceso a la red.

Píldora “digital” para la mente, el implante neural para curar la depresión

Por otra parte, también se conoció un implante neural para tratar la depresión que fue presentado por la empresa ‘Inner Cosmos’. Esta consiste en una interfaz cerebro-ordenador (BCI) que se introduce de manera sutil en la cabeza, apenas bajo la piel, y se establece en la superficie del cráneo sin ser invasivo.

“Hemos construido el implante más amplio que existe para la depresión, que más adelante servirá para tratar también otros trastornos cognitivos”, comentó Meron Gribetz, director ejecutivo de Inner Cosmos.

Descrito como “una píldora digital para la mente”, el sistema consta de dos partes: un implante de un centímetro, que se coloca bajo la piel, así como una “cápsula de prescripción”, enganchada al pelo para alimentar el dispositivo.

De acuerdo con la empresa, el producto es prácticamente invisible, a diferencia de otros dispositivos del tipo.

“No se nota ni se siente, por lo que se integra perfectamente al estilo de vida”, afirmó la compañía cuya primera misión será curar el “mayor trastorno crónico del mundo”.

Así las cosas, el implante podrá ajustarse a distancia con solo mover los diales, de acuerdo con las necesidades de los pacientes, ya que los sensores controlan su funcionamiento constantemente. De esa forma, el psiquiatra puede consultar el cuadro de mandos en tiempo real para ver cómo se encuentra el cerebro de sus pacientes.

De acuerdo con la compañía, el implante ayuda a equilibrar las redes cerebrales mediante micro estimulaciones imperceptibles, “sin siquiera entrar en el cerebro”, lo que “elimina el riesgo asociado a una neurocirugía invasiva”.

Por ahora, la empresa ya cuenta con autorización de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de Estados Unidos para realizar el primer estudio en humanos.