La naturaleza no deja de sorprendernos a medida que avanzan los estudios científicos que se enfocan en el conocimiento, la clasificación y conservación de los diferentes seres vivos que tienen su hábitat en los diferentes y diversos escenarios de la geografía terrestre.

Los nuevos hallazgos y resultados que develan extrañas cualidades y funciones biológicas que escapan de la comprensión del mundo que damos por sentada, no corresponde únicamente a misteriosos tipos de insectos que se ocultan en lo profundo de una vasta selva, o a los seres abisales que subsisten en las más inhóspitas profundidades del mar.

Recientemente, se descubrió que una increíble cualidad lumínica, que se conoce en el ámbito científico como biofluorescencia, corresponde también a algunas de las especies de vertebrados con las que más directamente hemos convivido a lo largo del tiempo: los mamíferos.

Así lo descubrió recientemente Kenny Travouillon, conservador de mastozoología del Museo de Australia Occidental, quien junto a su equipo, realizó un estudio que se basó en iluminar con luz ultravioleta el pelaje de 125 especies de mamíferos taxidermizados.

¿Cuáles son los mamíferos fluorescentes?

La investigación de Travouillon, determinó que este efecto luminoso no se limita únicamente a ornitorrincos y wombats, de quienes ya se habían confirmado años atrás estas capacidades.

Según el líder del estudio publicado en la revista de la Royal Society Open Science, la mayoría de las especies de mamíferos que examinaron emitían un tono verde, azul, rosa o blanco bajo la luz ultravioleta.

Algunos ejemplos de los resultados hallados, según reseña Science Alert, incluyeron el brillo verde fluorescente del interior de las orejas del zorro rojo; la iluminación, similar a la de una camiseta blanca bajo luz negra, en el pelaje del oso polar, así como en las rayas blancas de la cebra y en el pelaje amarillo del leopardo.

Otros animales examinados fueron el murciélago de nariz de hoja, que tiene un pelaje capaz de reflejar tonos rosados en la luz ultravioleta, y el canguro liebre rayado, que tiene una luminiscencia “como la de un diamante”, en palabras de Travouillon.

El estudio comprobó que la fluorescencia está presente en la mitad de las familias de mamíferos, en casi todos los clados (categorías taxonómicas) y en los 27 órdenes, de los cuales se compone el árbol genealógico de este tipo de animales.

¿Por qué son fluorescentes los mamíferos?

La fluorescencia se produce cuando una sustancia química, que puede ser una proteína, absorbe luz ultravioleta, para, posteriormente, emitir una longitud de onda de luz más larga.

Esta cualidad se ha observado también en corales, tortugas marinas, ranas, escorpiones, ardillas voladoras del Nuevo Mundo, loros, conejos, humanos y lirones.

De acuerdo a los investigadores, la keratina, que se encuentra en las uñas, la piel, los dientes, los huesos, las púas, los bigotes y las garras, es biofluorescente, pero esta propiedad óptica podría ser únicamente un accidente de la evolución.

¿Ventaja o accidente evolutivo?

En el campo de la biología, se sigue debatiendo si este brillo fluorescente es en realidad una ventaja evolutiva o es simplemente un subproducto del efecto de la química de los entornos. “Aún no está claro si la fluorescencia tiene alguna función biológica específica en los mamíferos”, aseguran los investigadores.

A pesar del escepticismo, existen pruebas de que la fluorescencia puede llegar a ser evolutivamente ventajosa en algunos mamíferos.

El topo marsupial del sur (Notoryctes typhlops) era uno de los mamíferos más fluorescentes debido a su pelaje blanco amarillento. Pero esta especie vive bajo tierra. Según la hipótesis de los investigadores, la queratina del pelaje de N. typhlops puede estar reforzada para protegerse de las partículas abrasivas del suelo, con la fluorescencia como efecto secundario.

Los mamíferos más activos por la noche, al atardecer o al amanecer, podrían emplear la fluorescencia para hacerse más visibles en condiciones de poca luz y aparearse o defender su territorio. Cuando los investigadores observaron fluorescencia en el pelaje pigmentado, esto sugería que una sustancia química distinta de la queratina estaba creando el efecto, como los fluoróforos.

“La fluorescencia era más común y más intensa entre las especies nocturnas”, escribe el equipo.

Los ornitorrincos cierran los ojos bajo el agua para cazar, por lo que es poco probable que el brillo del pelaje de su vientre sea una señal visual útil. Sin embargo, podría tratarse de una forma de camuflaje llamada contra-sombreado, que se observa en muchos animales acuáticos.