“Las empresas deben contribuir en las comunidades donde operan”: Daniel Suarez, Coca-Cola
Para el vicepresidente de Asuntos Públicos de la multinacional, la pregunta que se deben hacer las empresas actualmente tiene que enfocarse en lo que sucede con sus productos después de que son consumidos. La responsabilidad de la sostenibilidad, agrega, es compartida entre organizaciones, inversionistas, gobiernos y consumidores.
Si bien se considera que el concepto de ‘sostenibilidad’ encasilla un amplio grupo de definiciones, los panelistas del cuarto módulo del Festival de las Ideas 2023, titulado “Sostenibilidad al banquillo: ¿de qué estamos hablando?”, pudieron llegar muy rápidamente a un consenso alrededor de las palabras de Hernando García, director del Instituto Humboldt.
De acuerdo con el experto, “la sostenibilidad es el balance en el desarrollo, en la generación de riqueza, en el crecimiento económico, en el crecimiento poblacional y cuál es su impacto en el territorio”. Una idea sobre la que construyó Daniel Suarez, vicepresidente de Asuntos Públicos de Coca-Cola, al explicar la visión de la que es considerada como la “multinacional por excelencia” del planeta.
“La sostenibilidad se trata de tomar decisiones, de saber que no siempre el negocio va a primar y que está la comunidad por delante”, señaló el ejecutivo, haciendo referencia a una preocupación puntual de la compañía: ¿qué queda después del consumo? La respuesta, agregó, no es otra más que las botellas en las que la compañía empaca y comercializa sus productos. Particularmente las plásticas.
En ese sentido, Suarez hizo referencia a los Objetivos de Desarrollo Sostenible propuestos de por las Naciones Unidas de cara a 2030 y sobre los que, sentencia, se debe hacer “un esfuerzo grande para que sean aplicables y medibles para la empresa, porque al principio los ODS fueron establecidos para política pública y los países. Hoy los privados podemos contribuir, porque estamos acercándolo”.
Eso, en el caso de Coca-Cola, se ha traducido en entender que son una empresa con 137 años de antigüedad y una vocación de permanencia por igual o más años en los territorios en los que operan, lo que les permite contribuir a dichas comunidades a través de acciones concretas.
“Ya estamos haciendo ropa que viene del plástico, del PET. El 100% de las botellas de la marca Brisa se hacen con resina reciclada. Además estamos trabajando con 11.000 familias de recicladores en Colombia. Así que lo que queda después del consumo es toda una cadena detrás de circularidad y lo que debemos hacer es ser conscientes de esto para promoverla”, explicó el vicepresidente insistiendo en que “hoy me importan más las botellas vacías que las botellas llenas”.
Paralelamente, Suarez se basó en el ejemplo de Coca-Cola para advertir que la apuesta por la sostenibilidad no es una responsabilidad unilateral. Además de elevar un llamado a los consumidores en pro del reciclaje, también señaló que es importante que los inversionistas que le dan su capital a empresas se interesen y ejerzan presión para que ese dinero se destine también en causas sostenibles.
“Lo que queda es una mayor contribución, mayor innovación por parte de la compañía para inventar mejores productos, cómo satisfacemos el gusto del consumidor mientras contribuimos en estas sociedades consumistas”, concluyó.