¿Ayuda divina? La NASA y el Vaticano forman particular alianza para investigar asteroide
La agencia espacial estadounidense recurrió a la Santa Sede con la intención de recibir apoyo en la observación de un asteroide del tamaño del Empire State
El asteroide Bennu ha sorprendido a la NASA desde hace varios años, al punto en el que la agencia espacial decidió enviar una misión dedicada exclusivamente a explorar el material que conforma a este cuerpo. La misión, a la cual apodaron OSIRIS-REx, llegó a Bennu con el objetivo principal de extraer una muestra para enviarla a la tierra.
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Después de haber conseguido con éxito este material, la capsula que lo contiene se dirige de regreso a la tierra, en donde los científicos le esperan con ansias, si se tiene suerte, el 24 de septiembre. Tras ingresar a la atmósfera del planeta, recorriendo más de 100.000 kilómetros, esta capsula revelará importantes datos sobre los principios de la vida, como lo esperan la agencia.
¿Ayuda divina?
Justamente, en el análisis de este material, que sorprende a la ciencia, es donde la religión ha llegado como un aliado inesperado para ayudar en esta importante misión.
Según reseña Mashable, el Hermano Robert J. Macke, integrante de la comunidad jesuíta y conservador de la colección de meteoritos del Vaticano, ha diseñado un dispositivo, llamado picnómetro, que servirá para medir la densidad de diminutos granos de material en la muestra de OSIRIS-REx.
De acuerdo con la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos, el hermano Macke trabajó bajo los rigurosos requerimientos de la NASA y publicó sus progresos, a través de varios vídeos en su canal de YouTube, ‘Macke MakerSpace’. El religioso aseguró que construyó el dispositivo en cinco semanas, con la ayuda de estudiantes de la Universidad de Arizona, que colabora con el telescopio de tecnología avanzada del Observatorio Vaticano en Tucson.
El científico jesuíta
Macke entregó el dispositivo al Centro Espacial Johnson de la NASA en Houston para su testeo. Ahora, con la llegada de las muestras de Bennu, el control de misión manejará las muestras y el dispositivo, mientras que el Hermano Macke se encargará del programa informático que construyó para medir la porosidad y densidad de las muestras, como explicó en uno de sus videos.
“Nuestro trabajo es examinarlo y averiguar qué hay ahí. Intentamos responder a algunas preguntas básicas, como si hay más de un tipo de roca en el interior. ¿O es todo el mismo tipo de roca? Por lo que vimos en la superficie del asteroide Bennu, esperamos encontrar dos y tal vez más”, dijo el jesuita, según recoge la asociación episcopal.
Para Macke los resultados de esta alianza entre ciencia y religión serán muy valiosos, puesto que “ayudarán a informar la selección de especímenes para una ciencia más detallada que se realizará en laboratorios de todo el mundo”.
El jesuíta es doctorado en Física en EE. UU: y escribió una tesis en 2010 que incluía datos de porosidad de más de 1.000 meteoritos procedentes de instituciones de todo el mundo. El trabajo es citado a menudo por otros científicos, menciona Mashable.
Macke no recibió ninguna compensación de la agencia espacial por su contribución.“Esa es una de las cosas buenas de (el voto de) pobreza”, dijo al medio. “No tengo que preocuparme por eso”.