Proyecto de ley busca regular la donación de órganos en Colombia
La iniciativa busca regular la donación de órganos tras sufrir de muerte circulatoria.
Colombia
Los congresistas Alejandro García, Julio César Triana y Germán Blanco radicaron en la Cámara de Representantes el proyecto de ley “55 vidas” con el cual buscan regular la donación de órganos tras sufrir de muerte circulatoria (DCD).
De acuerdo con el proyecto, actualmente más de 3.663 personas se encuentran en lista de espera para recibir un órgano, por lo que es necesario establecer un marco normativo en el que se incluyan como potenciales donantes de órganos a quienes mueren por parada circulatoria o también conocido como paro cardiaco.
Según Alejandro García, este proyecto permitirá modificaciones en la normativa vigente con el objetivo de dar más claridad, seguridad jurídica y eficiencia al sistema de donaciones para salvar la vida de más ciudadanos.
“Esta falta de regulación de la DCD ha generado que anualmente se pierda un número significativo de órganos que podrían salvar y mejorar la calidad de vida de miles de colombianos. Además, ha conllevado a que Colombia sea uno de los países con menor tasa de donantes en América Latina y en el mundo.
De igual manera, se busca crear protocolos que garanticen una logística organizada, segura y ética durante el proceso de donación, extracción y trasplantes de órganos. Para los congresistas, esto permitiría ampliar la cobertura de pacientes en lista de espera para trasplantes.
“Este proyecto permite ampliar la disponibilidad de órganos vitales y aumentar el número de donantes, pues se estima que cada donante puede llegar a beneficiar a 55 personas distintas”, aseguró García.
Por otra parte, Julio Cesar Triana argumentó que este proyecto responde a una deuda que tiene el país con un llamado de la Organización Mundial de la Salud a reforzar la legislación con el fin de promover las actividades de donación y trasplante como un mecanismo efectivo para el tratamiento de enfermedades.
Actualmente la normativa establece que todos los ciudadanos son potenciales donantes de órganos, a menos que en vida manifiesten su deseo de no extraer tejidos de su cuerpo al momento de su muerte.