¿Durmió mal estos días? Podría ser La superluna azul y le contamos por qué

La superluna azul del pasado 30 de agosto fue un fenómeno que asombró a las personas alrededor del mundo y dejó impresionantes imágenes. Este evento astronómico, que no volverá a ocurrir hasta 2037, sucede cuando la Luna se encuentra en su punto de órbita más cercano a la tierra, el perigeo, y además se encuentra en la fase llena.

Esta Luna llena, que hace parte del calendario astronómico del 2023, recibe su nombre por dos razones, se hace referencia a una superluna porque el satélite se encuentra más cerca de la tierra y parece un 14% más grande de lo usual, y el término azul se popularizó para referirse a la segunda luna llena de un mismo mes.

Popularmente, la Luna llena ha sido asociada a los cambios emocionales, comportamientos extraños, e incluso con la aparición de síntomas fisiológicos como dolores de cabeza, mareos y agotamiento físico.

¿Cómo afecta la superluna a nuestro cuerpo?

Durante años, los científicos han realizado estudios para encontrar relación entre los ciclos lunares y los ciclos de sueño y el descanso, pues suele ser algo que inquieta a un porcentaje importante de personas.

Algunas de estas investigaciones han encontrado que, tanto este fenómeno astronómico, y en general la mayoría de las fases del ciclo lunar, tienen una incidencia en el cuerpo humano y puede afectar de diferentes formas las horas de descanso de las personas, algo indispensable para una buena salud.

Un estudio realizado por grupo de investigadores de la Universidad de Basilea, Suiza y publicado en la revista científica Current Biology, encontró que la luna llena afecta la calidad de sueño y afirmaron que durante estos periodos es más complicado conciliar el sueño y las personas tienen a dormir menor cantidad de tiempo.

Los resultados de la investigación aseguran que durante las noches de luna llena la actividad cerebral durante las fases del sueño puede disminuir hasta un 30%; además de que las personas tardaron más tiempo en quedarse dormidas, durmieron durante 20 minutos menos y tuvieron una sensación de no haber descansado una vez se levantaron.

Según los expertos hay dos posibles explicaciones a este fenómeno, la primera es la presencia de una mayor cantidad de luz ambiental, esta luz inhibe la producción de melatonina, una hormona producida por la glándula pineal durante la noche, que es clave en el proceso de descanso.

La segunda es que las personas suelen estar sincronizadas, de manera natural, con los ciclos de la luna. Según el profesor Christian Cajochen “el ciclo lunar parece influir en el sueño humano, incluso cuando uno no ve la Luna y no está al tanto de la fase lunar actual”.

La Luna y el estado de ánimo

Igualmente, se ha relacionado a la luna llena con un cambio en el estado de ánimo y el rendimiento cognitivo, aunque no se ha demostrado que esto esté relacionado directamente con las fases de la luna, puede explicarse por los cambios en el ciclo de sueño y la sensación de descanso.

Pues, se ha demostrado que la falta de sueño, un mal descanso y el insomnio, que puede tratarse sin necesidad de medicamentos, tiene consecuencias tanto en el estado físico y emocional de las personas, sin embargo, también existe relación entre el estado de ánimo y el descanso, por lo que es una relación bidireccional.

La falta de sueño puede generar estrés, cambios de ánimo extremos en poco tiempo, emociones y pensamientos negativos, entre otros.