Comisión Europea acusa a Google de favorecer sus servicios con tecnología publicitaria
Google, que rechazó la acusación, habría utilizado sus anuncios para promocionar más sus herramientas que las de la competencia.
La Comisión Europea (CE) acusó formalmente este miércoles a la multinacional tecnológica Google de abusar de su posición dominante favoreciendo sus servicios de tecnología publicitaria o “adtech”, que son herramientas y programas utilizados por los anunciantes para alcanzar audiencias más amplias y medir el impacto de sus campañas.
El Ejecutivo comunitario anunció una investigación al respecto en junio de 2021 y hoy envió un pliego de cargos a la compañía estadounidense en el que la acusa de “favorecer la visualización en línea de sus propios servicios de tecnología publicitaria en detrimento de proveedores rivales”.
Bruselas cree, además, que es “improbable” que un cambio en la conducta de Google en este sector pueda resolver la infracción de las normas comunitarias de competencia, puesto que la compañía está activa en todos los segmentos del sector, y apuntó como única solución la venta de parte de su negocio.
Se trata del cuarto caso de Bruselas contra Google después de las acusaciones de posición dominante a través del sistema Android, de su servicio de comparación de precios Google Shopping y de su plataforma Adsense for Search, que derivaron en multas que en conjunto ascienden a unos 8.000 millones de euros.
Con respecto al nuevo asunto, la Comisión Europea destacó que la publicidad en línea es “la principal fuente de ingresos” de Google, ya sea con la venta directa de espacios en sus propias páginas web o aplicaciones o haciendo de intermediario entre anunciantes y propietarios de páginas web que ofrecen espacios publicitarios.
En concreto, la multinacional ofrecer servicios en este sector con dos herramientas de compra para anunciantes (Google Ads y DV 360), otra para que los editores gestionen sus espacios publicitarios (DoubleClick for Publishers o DFP) y una plataforma que pone en contacto a ambas partes del negocio, AdX.
De esta forma, el Ejecutivo comunitario concluyó que Google mantiene una posición de dominio en estos mercados de tecnología publicitaria dentro del Espacio Económico Europeo (EEE) gracias a Google Ads, DV 360 y DFP.
“No hay nada malo en ser dominante en sí mismo, pero nuestra investigación muestra, sin embargo, que Google parece haber abusado de su posición de mercado asegurando que sus herramientas de intermediación favorecen a AdX”, explicó en una rueda de prensa la vicepresidenta de la Comisión Europea responsable de Competencia y Agenda Digital, Margrethe Vestager.
Bruselas sospecha, en particular, que Google favoreció de manera deliberada a su plataforma AdX en las subastas de anuncios organizadas por DFP informándole, por ejemplo, del valor de la apuesta más elevada que había hecho un competidor y que tenía que superar para ganar el contrato.
AdX también gozaba de una ventaja competitiva, según las conclusiones preliminares de las autoridades comunitarias, en las herramientas de compra Google Ads y DV 360: la primera ofrecía principalmente ofertas hechas sobre la plataforma de Google, provocando que AdX fuera la opción “más atractiva”.
Además, la Comisión Europea considera que un cambio en esta conducta “es probable que sea inefectivo” para evitar que Google siga favoreciendo sus propias herramientas, puesto que la multinacional está activa en las dos partes del mercado y sus servicios son dominantes en ambos.
En consecuencia, la opinión preliminar del Ejecutivo comunitario es que la única forma que tiene Google para resolver la acusación de abuso de posición dominantes es vender “parte de sus servicios”.
Aunque la Comisión Europea enfatizó que el envío del pliego de cargos no prejuzga el resultado final de la investigación, también recordó que puede imponer una multa de hasta el 10 % de sus ingresos anuales globales a Google si demuestra las infracciones y la multinacional persiste en su conducta.