El auge de las piscinas privadas en renta por horas en EE.UU. y su posible regulación
A puertas del verano y un pronóstico de una oleada de fuerte calor, las aplicaciones para el alquiler por horas de piscinas privadas se popularizan en EE.UU. y los gobiernos locales buscan regularlas ante el aumento desmedido de usuarios.
Washington DC
Este fin de semana festivo en Estados Unidos fue el inicio no oficial del verano en el país y la apertura de las piscinas públicas y privadas en muchos estados del norte.
Recientemente se han popularizado aplicaciones como Swimply, el Airbnb de las piscinas. Es una plataforma donde los propietarios de piscinas privadas pueden alquilarlas por horas a usuarios de la app, un gana gana para el dueño de la piscina quien hace algo de dinero extra en el verano y para los estadounidenses que tienen más opciones para pasar las oleadas de calor que se aproximan.
Sin embargo, no a todo el mundo le parece una buena idea y por ejemplo residentes del estado de Maryland, vecino de Washington DC, han enviado una carta al gobierno local para que regulen estos alquileres de piscinas a corto plazo.
Afirman que se presentan fiestas desmedidas, los usuarios espían las casas de los vecinos y hay forasteros no deseados en calles tranquilas de los suburbios.
“¿Qué pasa si se alquila una piscina para el cumpleaños de un niño, y vienen 25 niños con dos adultos? ¿Qué pasa si algunos de los niños no saben nadar? ¿Y si uno de ellos se ahoga? ¿Se va a acusar al propietario de la instalación de alquiler de homicidio negligente u homicidio involuntario? ¿Además de enfrentar responsabilidades civiles desconocidas?”, son algunas de las preguntas en la carta enviada por los residentes.
El gobernador, Wes Moore, afirmó que analiza cómo regular estos alquileres y Maryland podria convertirse en el primer estado en hacerlo e inspirar a otros a reglamentar estas aplicaciones.
¿Qué otras plataformas de economía compartida podrían regularse?
Las plataformas de compartir piscinas privadas podrían no ser las únicas que los residente buscan que se regulen, el auge de la economía compartida en transporte como Uber o en hoteles como Airbnb también ha llegado a otras áreas como el alquiler de patios traseros privados e incluso los gimnasios en casas privadas.
Una plataforma llamada Sniffspot facilita el alquiler de patios traseros, pero vecinos se oponen a esta app, afirman que se han vuelto “parques de perros. Los perros que ladran y juegan también pueden convertirse en perros que ladran y PELEAN en un abrir y cerrar de ojos”, dice la carta.
En el documento los residentes piden entre otras cosas, que se limiten los horarios de uso, se restrinja cierta cantidad de usuarios, se regulen los standard de seguridad y salubridad, se exija una certificación y una licencia para estos alquileres temporales y no se permita la discriminación de usuarios, or raza, orientación sexual ni religión.