Con el acompañamiento de las Naciones Unidas buscan erradicar la ablación en Risaralda

Pereira

A través de una articulación entre la Secretaría de Salud, Gobierno y Mujer, Familia y Desarrollo Social, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar y el Fondo de Población de las Naciones Unidas se están llevando a cabo diferentes mesas de diálogo para hacerle frente a las problemáticas que se han presentado en los resguardos indígenas del municipio de Pueblo Rico a raíz de la mutilación genital femenina.

Alejandra Cortés, directora de Mujer y Asuntos de Género de Risaralda, dio a conocer algunas de las estrategias que se han venido adelantando con las diferentes entidades, luego de que este año se confirmaron más de 12 casos al occidente del departamento y en zona limítrofe con el Chocó.

“Lo que se quiere es construir un plan de acción y una intervención que permita hacer un abordaje adecuado, teniendo en cuenta que se tiene todo el respeto por la cultura indígena, pero que, por encima de esto están los derechos de los niños, niñas y adolescentes en las comunidades indígenas de nuestra Risaralda. Es por eso que, vamos a seguir en la articulación con estas entidades hasta que tengamos el proyecto adecuado para poder intervenirlo y decir que, en Risaralda se trabaja por el bienestar de los niños y niñas indígenas”, expresó la funcionaria.

De la misma manera, expresó que en años anteriores ya se han llevado a cabo proyectos que permitan la eliminación de esta práctica ancestral, por lo que en la actualidad se les quiere dar continuidad de la mano de la comunidad indígena.

“Se llevó a cabo el proyecto Embera Wera, y fue uno de los proyectos sostenidos en el tiempo, donde se realizó una intervención de la mano de la comunidad y tuvo un impacto positivo con la erradicación de esta práctica, y se quiere realizar una segunda fase, por supuesto con una mesa multidisciplinaria que también implique una intervención a la comunidad, este sería el proyecto Armonía, porque lo que se quiere es hablar en su propio lenguaje y armonizar la vida de los niños, niñas y adolescentes de Risaralda”.

A través de estas estrategias se busca realizar una concientización y sensibilización con la población nativa sobre los altos riesgos que genera la ablación en las niñas, siempre con el objetivo de garantizarles una vida libre de violencias.