Caso del “Negro Ober”, ¿qué está pasando en las cárceles del país?

En Hora20 el análisis a la posible crisis para llegar a un consenso entre el gobierno y los partidos U, Liberal y Conservador frente a la reforma a la salud; también el debate sobre el panorama de las cárceles en el país tras las amenazas que lanzó alias en “Negro Ober” desde su centro de reclusión. Se de corrupción, resocialización, pero también del estado del sistema penitenciario ahora que hablamos de sometimiento en medio de la paz total. Después una mirada a unas polémicas declaraciones del director de la Policía sobre exorcismos, religión, uso de preservativos y su credo.

Cada cierto tiempo la historia se repite, fugas de las cárceles como la de Matamba el año pasado o la de ocho detenidos hace unas semanas de un Centro de Detención Transitorio en Cali; también es recurrente el ingreso de alimentos, licor y aparatos tecnológicos a las cárceles del país. El más reciente, 70 botellas de whiskey que intentaron ingresar a La Picota, así como se intenta ingresar drogas y cualquier tipo de elementos que deberían estar prohibidos en estos lugares. A este escenario hay que sumarle las amenazas y extorsiones que vienen de los centros de reclusión, la Policía estima que el 32 por ciento de las extorsiones en el país vienen de las cárceles, mientras que en Bogotá sería del 50 por ciento.

Sin embargo, esta semana la situación en las cárceles llegó al nivel en el que el jefe de Los Rastrojos Costeños, recluido en una cárcel de Santander, aparece amenazando a comerciantes de varias ciudades del país tras la captura de su pareja sentimental, alias “Jhoana”, pues sería la jefa de las finanzas de esta organización armada. El “Negro Ober” ha sido trasladado siete veces de distintos centros penitenciarios, esta vez por cuenta de las amenazas fue aislado, se indaga con 15 funcionarios de esa cárcel y se ha generado alerta en ciudades como Barranquilla.

Este panorama contrasta con problemas como el hacinamiento que es del 21% a nivel nacional según el Inpec, pero que en Bogotá llega al 290 por ciento, un problema que el gobierno busca resolver a través del proyecto de ley de humanización carcelaria, a través del cual se busca derogar delitos, cambios en los tiempos de las penas y hasta la modificación de algunas penas como las que se reciben por inasistencia alimentaria con el fin de conducir a la justicia restaurativa y que lleve a la resocialización de los recluidos. Los distintos escenarios llevan también al panorama que enfrentaría la política carcelaria del país ante un posible sometimiento masivo de organizaciones armadas en medio de la paz total, pues solo en organizaciones como Clan del Golfo se hablaría de unos 4 mil integrantes.

Lo que dicen los panelistas

Luz María Sierra, periodista y directora de El Colombiano, señaló que se ha fracasado rotundamente en los temas de política carcelaria, pues afirma que se ha visto desde fiestas en cárceles hasta el caso del “Negro Ober” que ha pasado por varios centros penitenciarios del país. En ese sentido, señala que en el país se envía el mensaje de que ser criminal sí paga y que, por lo tanto, muchos están envalentonados y que se creen, estar por encima de las instituciones.

Durante el debate la periodista debatió con el representante Landinez, pues considera que el dilema no es paz o guerra total, pues afirma que, si se va a cumplir un contrato social en la constitución, los que violan ese contrato terminan perdonados, el país se queda sin fundamento, “hemos perdonado y perdonado”, concluyó.

Para Heráclito Landínez, representante a la Cámara por el Pacto Histórico, la cultura de la guerra y del narcotráfico hace muchos años está en el país y que en ese sentido se debe hacer la paz vía negociación o sometimiento. Comenta que en la ley de sometimiento se deben pagar penas de 12 años, de las cuales entre 6 y 8 son intramurales y 4 de penas restaurativas para reparar a las víctimas y con acompañamiento.

Sobre la polémica del director de la Policía, comentó que el general lleva 35 años en la institución, pero que está confundiendo su vida privada con la pública, afirma que no puede escudar su actuar en nombre de la religión.

Luis Guillermo Vélez, abogado, exsecretario de la presidencia, exsuperintendente y columnista, se preguntó si escenas como las del “Negro Ober” se repiten en otros lugares del mundo, “esto ya llegó a un límite insoportable, el problema de cárceles no es generado por este gobierno, pero puede que lo vaya a empeorar; esto viene de tiempo atrás, el caos, el desgreño, las universidades del crimen”, pues afirma que ya son varios los gobiernos que barren el problema debajo del tapete. Agregó que, aunque no le gusta lo que ocurre en El Salvador con las cárceles, sí llama la atención que los ciudadanos reclaman orden y ver un castigo efectivo hacia la criminalidad, “no podemos pasar de una situación en la cual hay unas cárceles con resocialización a un tema de total anarquía; como la que se dará cuando venga el tema de supuesta paz total que va a ser el reino absoluto de la impunidad”.

Para Iván Cancino, abogado penalista, profesor universitario y columnista, de los últimos gobiernos en el país, la administración de Gustavo Petro es la única que se ha interesado por solucionar el problema que hay en las cárceles, pues se busca dejar allí a los más peligrosos y buscando resocialización con efectos positivos en un mediado y largo plazo. Afirma que los inhibidores no son una solución efectiva, por lo tanto, se debe buscar otras soluciones como el uso de cámaras de vigilancia y nuevas tecnologías que lleve al menor contacto posible entre reclusos y guardias del Inpec.