Mujeres del Eje Cafetero se preparan para la Agenda Nacional Mujer, Paz y Seguridad
Señalan desde la región, que no se cuenta con una caracterización de quienes han sido víctimas del conflicto armado en la región y es indispensable para ser reparadas.
Encuentro de la Mesa de Mujeres Víctimas del Conflicto Armado - Gobernación de Risaralda
Pereira
Actualmente, los municipios de Risaralda, Caldas y Quindío, no están en la lista del Programa de Desarrollo con Enfoque Territorial - PDET, que impulsa el desarrollo económico, social y ambiental en las zonas del país más afectadas por el conflicto armado interno, esto también aplica al trabajo que de allí se desprende hacia las mujeres, teniendo como base que en Pereira, no se tiene una caracterización de quienes han sido víctimas, lo que señala Astrid Sabogal, coordinadora de la Mesa de Víctimas del municipio, es una deuda que tiene el Gobierno Nacional para con ellas.
“Las expectativas son muchas, ya estamos cansadas de asistir a foros, talleres, implementaciones que se quedan solo en el papel; esperamos que este plan no se quede sólo en el papel, sino que también se ejecute. Son muchas luchas, aparte de eso es revictimizarnos de cierta manera porque, es volver a contar la historia, repetir y remover todos esos hechos victimizantes que nuestras mujeres han vivido, y la población víctima del conflicto armado, ya que nosotras las mujeres somos el botín de guerra. Queremos esta vez que, con este plan de acción si podamos resarcir, de cierta manera, el daño causado a todas nuestras mujeres y seguiremos en la lucha”, detalló la coordinadora de la mesa de víctimas de Pereira.
Explica, la representante de las mujeres víctimas de la violencia, que se empezó a hacer una caracterización en el plan operativo donde solo se tiene contemplado cubrir 785 familias por año, y son alrededor de 46.000 víctimas asentadas en Pereira, por lo que el proceso no atenderá de la manera que esperan a esta población.
Es importante entender que la Agenda Mujeres, Paz y Seguridad, es la base de la resolución 1325 establecida por los 192 Estados Miembros de las Naciones Unidas, la primera que reconoció el liderazgo de las mujeres para cumplir con los objetivos de paz y seguridad internacionales y sus contribuciones a la prevención del conflicto, transformando radicalmente la imagen de las mujeres y dándoles voz y voto en las negociaciones.
