Las historias de Miguel Torres que no cayeron en la hoguera

Bogotá

Antonio Moscoso es trabajador en una institución del distrito, tiene entre sus funciones quemar los manuscritos no seleccionados para los concursos literarios. Antes de arrojar los textos a la hoguera, la curiosidad hace que lea sus primeras páginas. Es la historia de “Paginas quemadas”, novela de Miguel Torres.

Nacido en Bogotá, la vida de Miguel Torres ha estado entregada al teatro y la literatura. En 1970 fue uno de los fundadores del Teatro El Local, para el que hizo obras y montajes que hoy son piezas emblemáticas de la dramaturgia colombiana.

Es autor de obras y libros como “La siempreviva” y “El crimen del siglo” y adaptó a las tablas (Teatro) obras como “La cándida Eréndida”, basada en la original de Gabriel García Márquez, también “Las bodas de sangre” y “El proceso”, entre otras.

Esta vez “Páginas Quemadas” aparece con el sello editorial de Tusquets (Editorial Planeta). En la primera década de los años 2000 la editorial Norma la publicó pero casi de inmediato, por decisión empresarial, retiró todos sus títulos del mercado, excepto los de García Márquez.

En CARACOL RADIO el maestro Miguel Torres se mostró a gusto con que la editorial Tusquets rescatara esta obra y la pusiera en las librerías para que más gente tenga acceso a esta.

La novela “Páginas Quemadas” tiene una extensión de 138 páginas. Según la historia, Antonio encuentra varias historias que con disimulo rescata de las llamas y se lleva a casa para leer detenidamente. Esas pequeñas historias y poemas que se transcriben en la novela, también son autoría de Miguel Torres, lo que demuestra porque el reconocimiento y prestigio que lo acompañan.

Sinopsis de “Paginas Quemadas”

Antonio Moscoso pasa sus días en una oficina cultural de Bogotá como burócrata. Su oficio es quemar los manuscritos de los concursos literarios que desechan jurados que leen a medias. Ha llegado allí tras una estancia en la cárcel por un motivo que solo conocerá el lector si se atreve a entrar en una novela perfecta, que ocupa un sitial algo olvidado de la literatura colombiana, que por supuesto no merece.

Un buen día, Antonio Moscoso descubre, entre los manuscritos que suele leer, el relato de su propia vida. Especulando y con ganas de saber cómo será su final, este flaneur bogotano emprenderá una pequeña aventura en donde encontrará en dos mujeres, un suicidio y un asesinato el pasado que lo condena.