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Los efectos de la guerra en el comercio, la energía y los alimentos

La invasión militar rusa causó un aumento generalizado de incertidumbre en el sector alimentario, energético y comercial a nivel global.

Foto de referencia de familias ucranianas huyendo de los ataques rusos hacia Polonia. (Photo by Annabelle Chih/NurPhoto via Getty Images) / NurPhoto

Si bien la guerra entre Rusia y Ucrania ha perjudicado principalmente a su población por cuenta de los enfrentamientos militares, crecientes ataques a zonas civiles y constantes bombardeos, los daños de la guerra también han tenido efectos colaterales para el mundo.

Estos han sido los principales efectos de la guerra en el mundo según organismos como el Banco Mundial, Naciones Unidas y sus oficinas para aspectos comerciales, alimenticios y energéticos.

El lado alimentario

Rusia y Ucrania hacen parte de los países que son clave para la cadena alimentaria global dada su producción de fertilizantes y exportación de productos clave (como cereales) a nivel global. La continuidad de la guerra frenó parte de la producción y buena parte de la exportación, incrementando el valor de estos productos y sus derivados.

El Banco Mundial resalta que Ucrania y Rusia representan el 29% de exportaciones globales de trigo y 62% de exportaciones de aceite de girasol y, dado que el 35% de la población global tiene el trigo como parte clave de su dieta, la afectación fue mayor para 35 de cada 100 personas en todo el planeta.

Las naciones más afectadas fueron Armenia, Azerbaiyán, Eritrea, Georgia, Mongolia y Somalia cuyo 90% de suministro de trigo depende de Rusia y Ucrania. Le siguen Egipto (el 85% de su suministro de trigo depende de Rusia y Ucrania) y Líbano (80% de su trigo depende de Rusia y Ucrania) pero también se suman otros países de la región como Túnez, Yemen, Libia, Pakistán.

Según la ONU, el valor de los alimentos subió un 50% en 2022 producto de los problemas de importación de fertilizantes. A su vez, la crisis generada previamente por la pandemia del coronavirus se sumó a la guerra, causando que 345 millones de personas de 82 países entren en una situación de inseguridad alimentaria de alto riesgo.

El lado comercial

Para Organización Mundial del Comercio, la guerra en Ucrania resultó amenazando la recuperación de las cadenas de suministro a nivel global. Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), el crecimiento global en 2021 fue del 6,0%, en 2022 cayó al 3,2% y los efectos de la guerra han resultado en una proyección de crecimiento del 2,7% para el mundo en 2023.

El FMI destaca que para América Latina la situación casi cayó a la mitad, pasando del 3,5% en 2022 a un pronóstico del 1,7% en 2023. A su vez se estima que los países miembros de la OCDE tendrán un crecimiento del 2,2% en 2023 y del 2,7% en 2024 luego de haber tenido un 3,1% en 2022.

En cuanto al Producto Interno Bruto (PIB), el Banco Mundial advierte que luego de haber tenido un crecimiento del 5,9% en 2021, en 2022 cayó al 2,9%, para 2023 proyecta una caída al 1,7% y una recuperación al 2,7% en 2024.

La inflación también aumentó como efecto de la guerra y tomó más fuerza dada la crisis por la pandemia del coronavirus. A mediados del 2021 el mundo registró un 4,7% de inflación y al cierre del 2022 llegó al 8,8%.

La Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo destacó que, en 2022, el comercio mundial alcanzó una cifra récord de 32 billones de dólares, pero las tensiones por la guerra han causado una desaceleración que resultará en una caída comercial en 2023.

El lado energético

Rusia se ha convertido en uno de los países clave para los suministros a nivel global y, aparte de su influencia por el lado alimentario considerando sus exportaciones de cereales y fertilizantes, también es uno de los países que más exportan gas, petróleo y carbón.

Naciones Unidas resalta que, si bien los precios mundiales de los combustibles estaban subiendo antes de la guerra, el conflicto militar entre Rusia y Ucrania hizo que en 2022 el valor del barril de crudo pasara de costar una media de 73,57 dólares a llegar hasta los 130 dólares, lo que supuso un aumento de casi 48% entre enero y abril.

Este incremento ocurre porque el consumo global de crudo y sus derivados ha quedado en otros productores. La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) destaca que Estados Unidos produce el 20% del petróleo utilizado a nivel global seguido de Arabia Saudita y Rusia con el 11%, Canadá con el 6% y China con el 5%.

Según datos del Foro Económico Mundial, Rusia obtiene 123.000 millones de dólares por exportaciones de petróleo crudo, 66.200 millones de dólares por petróleo refinado (gasolina y diésel), 26.300 millones de dólares por gas y 17.600 millones de dólares por carbón.

A su vez, la Agencia Internacional de la Energía (AIE) resalta que, en medio de los esfuerzos globales por dejar de usar gas ruso, evitar altos costos y desvincularse de Rusia, se ha buscado formas alternativas de energía como el carbón, cuyo consumo superó por primera vez los 8.000 millones de toneladas en 2022.