Nace el primer santuario para la protección de toros de Lidia
Se busca evitar que los animales de esta raza terminen en mataderos
La misión de la Reserva del Toro Bravo es proteger a los toros y vacas de lidia, preservar la raza y sus encastes, además de crear nuevos caminos profesionales y empresariales para un mundo post-taurino.
Miguel Aparício, fundador de la Reserva del Toro Bravo y del Santuario Animal Namigni, explicó en Planeta Caracol que este primer santuario dedicado a la protección de toros de lidia en el mundo se fundó a 30 minutos de Bogotá, en las montañas de La Calera.
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Agregó que la Reserva del Toro Bravo es un espacio dedicado a la protección de los toros y vacas de lidia, buscando evitar que los animales de esta raza terminen en mataderos por la escasez de corridas, en un contexto en que el Congreso de la República se acerca a una probable confirmación legislativa de la prohibición de las actividades taurinas.
Miguel Aparicio señaló que “la prohibición de las corridas de toros en Colombia o cualquier otro país, lamentablemente, se propone siempre sin crear alternativas para los toros de lidia, que son animales muy complejos y agresivos y que, con la creciente presión antitaurina, corren el riesgo de ser revictimizados como daño colateral de prohibiciones que pueden no protegerlos de manera efectiva”.
Hasta el momento, la Reserva del Toro Bravo cuenta con 5 bovinos de encaste Domecq, uno de encaste Santacoloma y uno de encaste Nuñez. “Siempre se dice que el fin de la tauromaquia sería el fin de la existencia de los toros de lidia, que realmente conforman una raza muy peculiar y única en el mundo.
Esta reserva también estará dedicada a la conservación de la raza y de cada uno de sus encastes, así como a la conservación del hábitat natural del toro bravo, pero esto es algo que se hará en un contexto diferente, en el que los toros ya estarán lejos de las plazas de toros y de cualquier evento taurino.
El proyecto también pretende crear alternativas profesionales y empresariales para los agentes económicos que siguen dependiendo de la actividad taurina, pero que quieran aprovechar nuevas oportunidades en un contexto post-taurino en el que podrán seguir trabajando cerca del Toro de Lidia, pero desde una perspectiva estrictamente de conservación y protección.
Es en este sentido que la Reserva del Toro Bravo también se asocia a un proyecto de ecoturismo y pretende involucrar a las ganaderías de toros de lidia que quieran dejar atrás una industria con serios problemas económicos y demográficos, que se enfrenta a una creciente censura social, y abrazar una nueva industria turística de impacto positivo.
Esta nueva industria tiene fuertes tendencias de crecimiento y permite que los toros de lidia sigan siendo los protagonistas, pero en un ambiente de respeto total por su integridad física y en el cual todo el carisma del toro de lidia sea apreciado apenas en su hábitat natural.
Miguel Aparício dijo que “hemos creado una tercera vía que no quiere alinearse con ninguna parte del conflicto entre los movimientos pro y antitaurino. En cambio, queremos hablar y trabajar con todas las partes dispuestas a crear soluciones tangibles a este dilema moral y social que enfrenta la sociedad y que ni se puede resolver con la mera continuación de la tauromaquia, que es cada vez menos viable, ni con prohibiciones ciegas que podrían conducir a todos estos animales para ser sacrificados en los mataderos”.
Actualmente, hay ex toreros y ganaderos que están en conversaciones con el proyecto para generar cambios sostenibles y positivos para ellos, como agentes económicos en el entorno taurino, y para los toros y las vacas, que son la prioridad del proyecto. El proyecto invita todas las personas, de todas las áreas de la sociedad, a involucrarse en esta iniciativa para la protección de los toros y vacas de lidia.