¿Qué tan profunda puede ser la crisis diplomática Colombia-Guatemala?
Panelistas analizaron el cruce de declaraciones entre ambos países. También plantearon los desafíos de la lucha contra las drogas ante pronunciamiento de EE. UU. sobre cultivos ilícitos.
En análisis a la crisis diplomática que se presenta con Guatemala tras la apertura de una investigación al actual ministro de defensa colombiano Iván Velásquez por parte de la Fiscalía Contra la Impunidad. También una mirada al pronunciamiento del Departamento de Estado sobre cultivos ilícitos en Colombia. Después una mirada al partidor de las elecciones regionales del 2023.
Lo que empezó como un comunicado del fiscal contra la impunidad de Guatemala anunciando la apertura de acciones legales contra el ministro colombiano de Defensa, Iván Velásquez, ha desembocado en una especie de crisis diplomática que ha llevado al retiro de embajadores y un cruce de mensajes entre el presidente de Colombia y el guatemalteco Alejandro Giammattei. Velásquez será investigado por presuntamente haber hecho movimientos anómalos en negociaciones que se hicieron en 2017 con la multinacional Odebrecht.
El ministro se defendió diciendo que realizó un trabajo transparente y bajo el marco legal, afirmó que su impronta es la lucha anticorrupción y que conoce muy bien ese monstro al cual ha combatido. Sin embargo, la reacción del presidente Petro fue mucho más contundente, aseguró que no permitirá que Velásquez sea atacado ni perseguido y que jamás aceptará una orden de captura en su contra. Mientras que el presidente Giammattei se despachó asegurando que esto no es una persecución política, hizo un llamado al presidente Petro para mantener la cordura y que dejará que Petro siga cometiendo errores de un guerrillero, “pero que son poco políticas”.
Lo que dicen los panelistas
Claudia Dangond, abogada, internacionalista y profesora universitaria, resaltó que lo ocurrido corresponde a una investigación legal y penal que no tiene por qué convertirse en un asunto diplomático entre las dos naciones, “se abre contra un funcionario de Naciones Unidas porque el acuerdo era entre Naciones Unidas y el gobierno de Guatemala y que presidían una investigación en corrupción con resultados importantes”, ante lo cual, asegura que el Estado colombiano no tendría por qué reaccionar de la manera como lo ha hecho al llamar a consultas a la embajadora en Guatemala.
Sobre el pronunciamiento del Departamento de Estado, afirmó que el reclamo hace alusión a fumigación y que “le dice a Colombia que se necesita acabar con cultivos de coca, pero al tiempo se exime de su responsabilidad; sentarse con EE. UU. y explicar cuál es la estrategia es importante”.
Para Yohir Akerman, periodista, columnista e investigador, se está desconociendo la labor de la CICIG, “se decía que Guatemala era un Estado capturado por la corrupción y hoy se busca que la corrupción vuelva a prevalecer y que quienes investigaron en su momento, hoy tengan investigaciones abiertas”. Explicó que, si la investigación fuera en contra de un funcionario que no tiene cargo en la actualidad, se puede dar un manejo distinto, “pero cuando los anuncios se hacen desde una Fiscalía investigada, no puede haber otra posible solución que dar un manejo desde los elementos de la diplomacia”.
En cuanto a la lucha contra las drogas, destacó que hay una parte teórica y es el hecho de que Estados Unidos siempre ha querido tener la guerra contra las drogas por fuera de su territorio, “allá la guerra contra el consumo no es tema muy activo y donde la tenga es una guerra perdida”, mientras que en lo práctico dice que el presidente Petro es iluso al tratar de decir que se le va a dar una calificación a Washington sobre la reducción del consumo a nivel interno.
Jorge Restrepo, economista, profesor en la Universidad Javeriana y director del CERAC, aseguró que el resultado de la reacción del presidente Petro sobre lo ocurrido con Guatemala, no fue el mejor “en últimas el gobierno de Colombia cae redondo en una trampa que pone el gobierno de Guatemala que está detrás de acusación al ministro Velásquez”. Por otro lado, resaltó que el panorama de crisis diplomática afecta la cooperación y rompe vínculos, “Guatemala es un sitio de tránsito de tráfico de narcóticos, armas y trata de personas; necesitamos de ese país, así esté dirigido por un régimen corrupto”.
Restrepo manifestó que hay una demostración de la insuficiencia e inefectividad de la lucha contra el tráfico de narcóticos y de lo poco efectiva que ha resultado la cooperación con EE. UU. en términos judiciales y de recursos. “Más allá del propósito, es tener política escrita con medidas, metas y con evaluación de impacto”, manifestó. Por último, planteó que si el panorama sigue como está hoy, en dos o tres años tendríamos una descertificación de Estados Unidos, “el tiempo que se pide no lo tiene ni el gobierno ni el país”.
Para David Racero, representante a la Cámara por el Pacto Histórico y presidente de la Cámara de Representantes, en la reacción sobre la investigación que abre Guatemala al ministro de Defensa, se ha visto a un presidente que tiene la intención de dialogar con las Américas, “cuando la justicia se politiza como ocurre en Guatemala, el presidente Petro plantea una reflexión sobre lo ocurrido con su ministro de Defensa, sino también lo que ocurre en las Américas”, pues hace referencia a lo que ha ocurrido en otros países de la región como Perú y Brasil. Por otro lado, manifestó que marcar una posición pública seria desde Colombia era importante.
El representante a la Cámara dijo que por más que se quiera resultados inmediatos en lucha contra las drogas y una nueva política, no se van a obtener pronto cambios en temas como producción y comercialización, “resultados en lucha contra el narcotráfico se van a demorar porque cambiar un modelo obsoleto implica que resultados del nuevo modelo no sean de la noche a la mañana”.
Por último, comentó que le solicitó al ministro de Justicia que la ley de sometimiento se radique con mensaje de urgencia para que se debata al tiempo en ambas cámaras.