Cálculo científico explica por qué los gatos no solo tienen siete vidas, sino más
Un físico realizó diferentes ecuaciones para saber cómo los gatos pueden llegar a sobrevivir a caídas de hasta 32 pisos de altura. Aquí más detalles.
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La publicación del estudio se hizo en la revista European Journal of Physics y la respuesta del físico estadounidense fue la aerodinámica y una habilidad especial que tienen los felinos para reducir la velocidad de una caída. Además, sus patas cumplen la misma función de un resorte y la relación entre la masa de su cuerpo y el tamaño de sus huesos, le dan las siete vidas que popularmente dicen que tienen los gatos, aseguró el científico.
El profesional realizó diferentes experimentos con un modelo que construyó basándose en el cuerpo de un gato, haciéndolo caer desde un edificio de gran altura. Hizo un cálculo cuantitativo sobre el movimiento que un gato haría, así como la amortiguación de sus patas y la carga sobre los huesos y articulaciones.
Los datos que pudo recopilar el físico pueden ser de ayuda para lograr entender la capacidad que tienen estos animales, primero para caer siempre de pie y sobrevivir a grandes alturas.
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¿Por qué los gatos siempre caen de pie?
Esta habilidad especial que tienen los felinos para lograr caer siempre de pie se debe al giro que estos realizan. Diferentes investigaciones mencionan que el cuerpo de un gato pierde su forma por un periodo de tiempo muy corto, doblando su espalda y haciendo que siempre caigan bien.
El estudio publicado en European Journal of Physics, concluye que un gato puede sobrevivir una caída de hasta 32 pisos de altura, teniendo en cuenta que un ser humano puede perder la vida desde un tercero.
Cálculos realizados por el científico
El profesional encargado de llevar a cabo esta investigación, fue el físico John Challis, en la Universidad de Pensilvania, y para resolver el problema, lo dividió en tres partes. La primera fue la aceleración que se consigue al caer desde una determinada altura, la segunda la absorción del impacto al caer en el suelo y la tercera la fuerza de los huesos y articulaciones del felino.
Challis utilizó un modelo de gato que no giraba de un peso aproximado de casi 5 kilogramos, cayendo con las patas hacia abajo. Concluyó que en el momento que comenzó la caída, se movió a lo que él denominó como un estado de reposo gracias a la gravedad.
Al final, afirmó que los modelos utilizados en los experimentos que realizó, demuestran los principios mecánicos que pueden llegar a explicar la capacidad de supervivencia o las diferentes vidas que puede tener un gato.