¿Por qué debe importarnos la Amazonía?

Este bosque, que es el 42 por ciento del territorio nacional, ha tenido múltiples expediciones científicas que han logrado registrar hasta el momento más de 56.000 especies de plantas, aves, reptiles, mamíferos, mariposas y peces. Lo que convierte a Colombia como el segundo país más biodiverso del mundo.

Además, es el hogar de 56 pueblos indígenas y 203 resguardos que dan cuenta de múltiples expresiones culturales y cosmovisiones del mundo. Y en el corazón de este bosque se encuentra uno de los lugares más importantes, no solo para estos pueblos sino para la humanidad: el Parque Nacional Natural Serranía de Chiribiquete, es la formación geológica más primitiva del continente americano, con más de 70.000 representaciones pictóricas milenarias y en donde se registra ocupación humana desde hace 24.000 años.

Este santuario natural de 4.268.095 hectáreas ubicado en Caquetá y Guaviare fue declarado patrimonio natural y cultural de la humanidad por la Unesco. Entre otras, porque en su territorio ancestral hay evidencia de varios grupos de indígenas no contactados.

Pese a toda su riqueza natural, cultural, cantidad de servicios ecosistémicos, como la regulación del clima mundial, suministro de agua para millones de colombianos, este vasto territorio enfrenta múltiples amenazas como el avance de economías ilegales que han desembocado en la deforestación, degradando el bosque casi al punto de no retorno, ante la indiferencia de la sociedad y gobernantes.

En su totalidad, la Amazonía es hogar de 35 millones de personas, incluyendo unos 2,6 millones de indígenas de unas 400 tribus y de ella 75 aún no han tenido contacto alguno con la civilización moderna. Todos estos ingredientes mencionados anteriormente hacen de esta región vital para todo el planeta, no solo para sus habitantes. Por ello, es apremiante que todos volteemos nuestros ojos y esfuerzos para proteger, conservar y restaurar esta magnífica selva.