¿Qué está pasando en la selva colombiana?
La deforestación es la pérdida indiscriminada de bosque y, actualmente, es el principal problema ambiental de Colombia.
Desde el 2016 hasta el 2020, año más reciente del que se tienen cifras oficiales de esta problemática, el país perdió 926.297 hectáreas de bosque por esta hecatombe. Este flagelo ambiental se agudizó en el último lustro, coincidiendo con la firma de los Acuerdos de Paz con la guerrilla de las FARC ya que, este grupo armado ilegal al retirarse de los territorios amazónicos que tradicionalmente ocupó, dejó un vacío que el Estado no logró ocupar. Hecho aprovechado por otros grupos armados y grupos económicos que se asentaron en los bosques amazónicos con el fin de apropiarse del territorio.
Este factor es la causa de la deforestación en Colombia, ya que esto ha traído otros motores de esta problemática como lo son la ganadería extensiva, construcción de vías irregulares, minería ilegal, siembra de cultivos de uso ilícito… al punto que ya no es suficiente con adueñarse y destruir tierra baldía de la nación, sino que ya este fenómeno entró a territorios protegidos como los Parques Nacionales Naturales y resguardos indígenas.
Además de la pérdida irrecuperable de biodiversidad, que es incuantificable, la deforestación afecta recursos vitales para todos sin importar que tan lejos se viva de la selva. Por ejemplo, el ciclo del agua está perdiendo su equilibrio, ya que cada día 20 millones de toneladas de agua salen de los árboles de la cuenca amazónica hacia la atmósfera para viajar más de 3.000 kilómetros hasta los extremos norte y sur del continente con agua que absorben los páramos y que después llega a las casas, oficinas, colegios, hospitales para casi 700 millones de personas.
Este conflicto además de afectar el bienestar del planeta, pues la selva es el regulador del clima mundial y uno de los últimos bastiones defensivos que tenemos para mitigar los efectos que ya vivimos por causa del cambio climático, ha traído una nueva ola de violencia no solo contra las poblaciones locales sino contra la naturaleza. Por esto urge una intervención integral con soluciones por parte del Estado en el territorio.