Según la Agencia Espacial Europea —ESA, por sus siglas en inglés— las imágenes se capturaron en el cielo sobre el norte de Alemania y Holanda. En ellas, es posible ver <strong>la roca espacial bajar hasta 91 kilómetros de altitud</strong>, muy por debajo de cualquier satélite en órbita, <strong>antes de "rebotar" de regreso al espacio.</strong>Un <strong>meteoroide,</strong> según <a href="https://www.esa.int/ESA_Multimedia/Images/2020/09/Lucky_meteoroid_skims_Earth_s_atmosphere" target="_blank">explicó</a> la ESA, suele ser un<strong> fragmento de un cometa o asteroide</strong> que, al ingresar a la atmósfera terrestre, se convierte en un meteoro, es decir, en "<strong>una luz brillante que atraviesa el cielo</strong>".La mayor parte de ellos se desintegra en este proceso. <strong>Algunos pedazos de ejemplares más grandes pueden llegar al suelo</strong> de nuestro planeta en forma de meteoritos.El meteoroide captado en las imágenes, sin embargo, no bajó lo suficiente para desintegrarse por completo y logró escapar,<strong> solo rozando los bordes del escudo protector gaseoso de nuestro planeta</strong>, detalló la agencia espacial.El fenómeno fue registrado por las cámaras de la <strong>Red Global de Meteoros</strong> —GMN, por sus siglas en inglés— un proyecto cuyo objetivo es construir una imagen del entorno de meteoritos alrededor de la Tierra y proporcionar alertas en tiempo real al público.Según Denis Vida, astrónomo fundador de la GMN, ha sido posible rastrear el origen del <strong>meteoroide hasta una órbita de la familia de <a title="Júpiter" href="https://caracol.com.co/tag/jupiter/a/">Júpiter.</a></strong> Sin embargo, una búsqueda de posibles cuerpos parentales no encontró coincidencias concluyentes.La ESA puso de relieve que fenómenos como el que se observa en las imágenes no ocurren muy a menudo, "<strong>solo un puñado de veces al año</strong>". En comparación, cientos de toneladas de pequeños objetos interplanetarios ingresan a la atmósfera de la Tierra diariamente.