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¿Puede un árbitro expulsar a sus asistentes?

José Borda le responde y le explica todas las facultades del juez central.

¿Puede un árbitro expulsar a sus asistentes? / Getty Images

Por: José Borda

En España, hace ya algunos años, un gol fantasma provocó una inaudita situación en el juego entre el Maracena B y el Sierra Nevada, correspondiente a la jornada 23 del Regional Preferente. El posible gol anotado trajo un rifirrafe entre el árbitro Luis Alcalde y Joaquín Montero, su asistente número 2.

Al final del primer tiempo, el auxiliar insultó al colegiado porque lo había hecho quedar mal al desautorizarlo. En el camerino la cosa se puso caliente, casi se van a los puños y Alcalde expulsó a su línea y lo sacó del partido, según se reflejó en la planilla de juego. El fútbol al ser un deporte donde se manejan emociones no está excepto de que puedan ocurrir muchas cosas imprevistas, como la anterior y en cualquier Liga del mundo.

Pero ¿puede un árbitro expulsar a sus asistentes?... Las leyes del fútbol no contemplan implícitamente tal medida disciplinaria; sin embargo, como no pueden abarcar todas las situaciones posibles, cuando no existe una disposición específica dentro de ellas, el IFAB espera que el árbitro, según su criterio, adopte una decisión conforme al «espíritu» del juego; es decir, le dan el poder discrecional para tomar ésta y otras medidas administrativas.

En el fútbol profesional actual, aunque este caso muy pocas veces se presenta, el árbitro tiene la potestad de tomar dos decisiones administrativas a lo largo del partido contra un asistente, su cuarto juez o un VAR. Una de ellas es limitarle las funciones por trabajo deficiente y la otra excluirlo de manera definitiva del juego por insultarlo a él o a sus compañeros, por agredir o contestar una agresión a un jugador y maltratar a los aficionados, entre otras.

Se supone que cuando un equipo arbitral es designado para la dirección de un partido, la misión de ellos es trabajar de manera mancomunada y evitar al máximo los conflictos entre ellos y los jugadores, pese a que como seres humanos que son, a algunos se les “cruzan los cables” y terminan siendo separados de los compromisos; claro, dependiendo del informe arbitral, incluso pueden llegar a ser retirados del panel, por lo que unos y otros, por más “salidos de los ropa que estén”, terminan controlándose.

Cabe aclarar que lo que nunca podrá hacer un árbitro será mostrarle una roja a su auxiliar para que se retire del campo cuando se presente la eventualidad de prescindir de sus servicios, lo deberá hacer de manera verbal, ya que esta se encuentra estipulada únicamente para la expulsión de jugadores, sustitutos y miembros del cuerpo técnico. Sí, ya sé que se preguntarán y ¿al árbitro central quien lo expulsa?, cuando pita mal la Comisión de Árbitros los deja de nombrar de manera indefinida y en casos extremos los expulsa del panel.