<strong>Todos los votantes de los Óscar</strong> son <strong>miembros de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas</strong>, ubicada en <strong>Los Ángeles</strong>. Deben ser <strong>profesionales del cine</strong>, de una de las <strong>17 áreas de la industria</strong> (actores, estilistas, diseñadores de vestuario, editores, productores, directores, guionistas, etc.).Los candidatos a integrar la institución deben ser propuestos por al menos dos miembros de la <strong>Academia,</strong> con la excepción de los<strong> nominados al Óscar</strong> y <strong>ganadores de la estatuilla,</strong> que pueden postularse directamente.Después de estudiar cada caso, la decisión final recae en el <strong>Consejo de Gobernadores de la Academia.</strong>Los miembros de la <strong>Academia</strong> disfrutaron durante mucho tiempo del<strong> derecho a voto vitalicio,</strong> pero desde 2016 se ha limitado a un <strong>período renovable de 10 años</strong> para evitar que quienes abandonen la industria del cine durante mucho tiempo puedan seguir votando.La <strong>Academia</strong> ha tratado siempre con<strong> reserva la lista de votantes</strong>, aunque nada impide que estos privilegiados hablen de su condición, en las <strong>redes sociales</strong> o en <strong>cualquier ámbito</strong>.En <strong>2016,</strong> luego de varios años de <strong>duras críticas</strong> a la composición de sus miembros por no reflejar la <strong>diversidad de la sociedad</strong>, la institución dijo a la AFP que sus <strong>6.000 miembros en ese momento eran en un 93% blancos y un 76% hombres</strong>. Su edad promedio era entonces de 63 años.Ese año, la <strong>Academia</strong> anunció que para<strong> 2020 preveían que la cantidad de mujeres</strong> y miembros de <strong>minorías étnicas se duplicara.</strong>En 2019, la mitad de los nuevos miembros fueron mujeres.En total, la <strong>Academia</strong> seguía siendo en su <strong>mayoría masculina</strong> (68%) y predominantemente blanca (84%).La mayoría de los <strong>nominados</strong> son <strong>elegidos por los miembro</strong>s de su área profesional: los actores votan a los actores, los directores a los directores y así sucesivamente.Ciertas categorías, como las de la <strong>mejor película en lengua extranjera</strong> o <strong>película animada</strong>, son objeto de un <strong>comité especial.</strong>Por otro lado, <strong>todos los miembros de todas las áreas pueden votar para nominar a la mejor película del año.</strong>Al contrario de lo que ocurre con las <strong>nominaciones,</strong> todos los integrantes de la <strong>Academia</strong> <strong>pueden votar para elegir a los ganadores</strong>, independientemente de su área profesional.En <strong>23 de las 24 categorías</strong>, el filme o la persona que recoge más votos gana.La categoría a<strong> "mejor película"</strong>, el premio más prestigioso de los <strong>Óscar,</strong> es la excepción. Desde 2009, se rige por un complejo sistema de votación <strong>"preferencial"</strong> que consta de varias rondas.Cada votante debe colocar <strong>por orden de preferencia las películas en competencia</strong> (nueve este año) pero, a menos que obtenga la mayoría absoluta de entrada, no gana de forma automática la cinta que reúne el mayor número de primeros lugares.<strong>Tras cada ronda de votación</strong>, la última película de la lista se elimina y los votos que se le habían asignado se reparten entre las películas restantes, de acuerdo con la <strong>"preferencia"</strong> más <strong>alta de la lista.</strong> El proceso continúa hasta que una obra supera la <strong>barra del 50% de los votos.</strong>El resultado de este sistema es que, a menudo, la <strong>película que gana es la que acaba en segunda</strong> o<strong> tercera posición en el mayor número de boletines de ronda</strong>, no a la cabeza.<strong>"La idea de este voto 'alternativo'</strong> era reflejar los deseos del mayor número de votantes, pues de lo contrario existía el riesgo de terminar con una película que el 25% de las personas adoraba pero que el resto no podía soportar", explicó <strong>Ric Robertson</strong>, responsable de la <strong>Academia durante la reforma de 2009.</strong>