La masacre de Bojayá, Chocó, ocurrió el <strong>2 de mayo de 2002,</strong> cuando sus habitantes se r<strong>efugiaron en la iglesia</strong> para huir de los enfrentamientos entre guerrilleros de las Farc y <strong>paramilitares</strong>, pero un cilindro bomba lanzado no contra la comunidad, <strong>se desvió de su objetivo y cayó en el templo </strong>donde <strong>se refugiaban más de 300 personas</strong>.Hoy 17 años después<strong> 99 cuerpos serán sepultados y este se convierte en el primer acto de reparación para esta comunidad.</strong> Los habitantes denunciaron la <strong>nueva preocupación y es sobre el temor de que una nueva masacr</strong>e como la ocurrida en el año 2002 <strong>se repita en su territorio.</strong>Estos grupos armados <strong>ya están imponiendo su ley en la zona,</strong> tanto así que después de las seis de la tarde <strong>las lanchas no pueden navegar por el río Atrato.</strong>Son <strong>13.200 habitantes</strong> de Bojayá, sobrevivientes de la masacre,<strong> que ahora están expuestos a la incertidumbre y la inseguridad</strong> en su territorio y <strong>los hechos victimizantes contra los pobladores ya se están registrando.</strong>Esta comunidad ha puesto en conocimiento los<strong> lugares de operación de los grupos armados, pero ninguna autoridad toma en serio sus alertas.</strong>Los pobladores aseguran que<strong> a este Gobierno no le importa la situación de peligro a la que están expuestos y viven con miedo</strong> de que en cualquier momento queden de nuevo <strong>en medio del fuego cruzado</strong> de los grupos que se disputan el territorio.<strong>Los habitantes</strong> que se han apoyado en el Comité por los Derechos de las Víctimas de Bojayá, en medio de la despedida final a sus familiares víctimas de la masacre, <strong>claman por la no repetición.</strong>Esta comunidad espera que <strong>sus denuncias sean acatadas y tomadas en serio por las autoridades,</strong> porque <strong>no quieren que su historia de dolor y muerte se registre de nuev</strong>o, y con una carta entregada a la comunidad internacional esperan tener el respaldo que ellos reclaman.