Falta de magistrados en Corte Suprema llevaría a reformar la Constitución

La Corte Suprema de Justicia no se ha podido poner de acuerdo para elegir a los magistrados que hacen falta en la corporación.

Tras más de 17 salas plenas en las que se ha discutido el tema, no se ha nombrado reemplazos para los seis magistrados que ya no están en la corporación.

Desde principio de año Luis Gabriel Miranda y José Mauricio Burgos, de la Sala Laboral, no hacen parte de esta Corte. Tampoco lo son los exmagistrados de la Sala Penal José Luis Barceló, Fernando Castro Caballero y Luis Guillermo Salazar.

De ellos ni de la exmagistrada Margarita Cabello, quien ahora es ministra de Justicia.

Además está por completar su periodo el magistrado de la Sala Laboral Rigoberto Echeverri y renunció el presidente de la Sala de Juzgamiento Ramiro Marín.

El abogado y analista Jaime Bernal Cuéllar explicó que la salida de Marín no afecta los procesos de elección en los que participa la Corte, pero sí los otros siete.

"Hay que tomar algunas medidas serias que serían que la Comisión de acusaciones iniciara el proceso disciplinario contra los magistrados que están obstruyendo la prestación del servicio de la justicia", señaló.

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Además el retraso en la elección de esos magistrados tiene trancada también la elección del nuevo fiscal general, pues el presidente Iván Duque ha dicho que no enviará la terna hasta que no estén nombrados los magistrados.

"Me imagino que deben nombrar conjueces o encargar transitoriamente a algunos abogados", señaló Bernal.

En eso concuerda el exmagistrado de la Corte Suprema, Edgardo Villamizar, aunque también señala que si no se ponen de acuerdo con nombrar los magistrados en propiedad, tampoco lo harán con los delegados.

"Para la elección de esos magistrados en encargo se reproducen los mismos problemas y es que las mayorías que hay hoy en la Corte no elegirían magistrados en encargo. Ese vacío de poder les abre peligrosamente que haya un decreto de estado, un decreto de emergencia grave que cambie los quórum o un acto reformatorio de la Constitución tramitado muy rápidamente que modifique el quórum o que cambie la elección a otro órgano lo cual es supremamente peligroso", dijo.

Manifestó que la mejor salida es que la Corte busque conciliaciones y salga de esta "encrucijada".