Barricadas, <strong>multitudinarias manifestaciones</strong>, incendios, saqueos y violentos enfrentamientos en varias ciudades marcaron una jornada de paro general convocado en <a title="Chile" href="https://caracol.com.co/tag/chile/a/" target="_blank"><strong class="highlight">Chile</strong> </a>por un centenar de organizaciones sociales para presionar al gobierno de Sebastián Piñera a <strong>que profundice en las reformas sociales</strong>.En la jornada, <strong>el peso chileno se desplomó 3,1%</strong> y alcanzó su valor mínimo histórico, de <strong>783,82</strong> unidades, mientras que <strong>la Bolsa de Comercio de Santiago cayó 1,57%</strong> en medio de los temores sobre los efectos en la economía de la extensión de la crisis social.A primera hora, las barricadas incendiadas impidieron el paso de vehículos en algunos accesos a Santiago. Luego, <strong>una gran marcha pacífica convocó a 80.000 personas</strong> -según cálculos del gobierno- por la céntrica avenida Alameda, pero <strong>por la tarde del martes volvieron a estallar violentos incidentes</strong> en los alrededores de la Plaza Italia y el centro de Santiago.Cuando en varios puntos de <strong class="highlight">Chile</strong> ardían barricas y seguían los saqueos, Piñera entregó un mensaje en el palacio presidencial para anunciar que<strong> permitirá que policías retirados se reintegren a la institución</strong>, para apoyar las labores de resguardo del orden público.Piñera <strong>evitó, sin embargo, volver a decretar el estado de emergencia</strong> -y con ello, sacar nuevamente a los militares a las calles- y<strong> reiteró su propuesta de un gran acuerdo por una nueva Constitución</strong> pero sin acoger un llamado a realizar una Asamblea Constituyente, como piden la oposición y organizaciones sociales."La grave situación que vive nuestro país <strong>desde hace ya cuatro semanas</strong> exige, y con urgencia, dejar de lado todas las pequeñeces, y <strong>actuar con la grandeza y el patriotismo que las circunstancias nos exigen</strong>", afirmó el mandatario, sin hacer otros anuncios sustanciales.Durante esta jornada, a un costado de la<strong> Plaza Italia,</strong> manifestantes encapuchados incendiaron un restaurante y saquearon un hotel, con cuyo mobiliario encendieron una gran fogata. En sus cercanías se emplaza la embajada de Argentina en <strong class="highlight">Chile</strong>, a la que <strong>manifestantes también intentaron entrar</strong>, según relató el embajador José Bordón.<strong>Saqueos a tiendas y violentos choques con la policía</strong> se generaron en varios otros puntos del centro de <a title="Santiago de Chile" href="https://caracol.com.co/tag/santiago_de_chile/a/" target="_blank">Santiago</a>, especialmente fuertes en los alrededores de la casa de gobierno.<strong> Una iglesia del turístico barrio Lastarria -patrimonio de la ciudad- resultó también incendiada.</strong>En la ciudad de <strong>Concepción</strong> (sur), <strong>manifestantes incendiaron la sede de la gobernación regional</strong> y se enfrentaron con la policía, mientras varias tiendas fueron saqueadas en el balneario de <a title="Viña del Mar" href="https://caracol.com.co/tag/vina_del_mar/a/" target="_blank">Viña del Mar</a> y el turístico puerto de <strong>Valparaíso</strong>, en el centro del país, donde igualmente <strong>se registraron violentos enfrentamientos con la policía.</strong> En la vecina localidad de <strong>San Antonio</strong>, fue atacado un recinto militar.Content not defined"El descontento es por muchos temas (...) Todo lo que ha ofrecido el presidente <strong>es insuficiente, una burla</strong>", dijo Karen Delgado, una oficinista de 29 años, en medio de la marcha."<strong>Le pido al presidente escuchar lo que pedimos</strong> y deje de dilatar con estas medidas parche. No escucha a la gente", agregó.Bárbara Figueroa, presidenta de la Central Unitaria de Trabajadores, <strong>dio un "ultimátum"</strong> al gobierno y afirmó que <strong>llamarían a un paro indefinido</strong> en caso de que no acepte convocar a una Asamblea Constituyente.