<strong>“Con las uñas”</strong> dicen los guardianes del <a title="Inpec" href="https://caracol.com.co/tag/inpec_instituto_nacional_penitenciario_carcelario/a/" target="_blank">Inpec,</a> hacen todo lo posible por <strong>detectar</strong> las <strong>“mañas”</strong> de visitantes e internos en las <strong>cárceles</strong> para esconder <strong>elementos prohibidos</strong> en los penales.Tras indagar <strong>Caracol Radio</strong> logró identificar que los <strong>delincuentes</strong> y quienes los apoyan en ese propósito acuden a <strong>ropa,</strong> animales,<strong> alimentos</strong> y hasta el <strong>propio cuerpo</strong> para burlar la vigilancia.Las <strong>caletas en artesanías,</strong> en zapatos y recipientes de <strong>alimentos</strong> resultan ser la forma más <strong>común</strong> para ocultar elementos que al interior de la<strong> cárcel</strong> se convierte en un <strong>lujo</strong>.Pero quienes se arriesgan a meter esos<strong> elementos</strong> usan hasta su propio cuerpo para hacerle el quite al<strong> Inpec</strong>. Especialmente las mujeres acuden a sus<strong> partes íntimas</strong> para introducir <strong>objetos</strong> como celulares o droga, el objetivo es sobrepasar las <strong>requisas</strong> de la <strong>Guardia.</strong>También desde las periferias de las<strong> cárceles</strong> los delincuentes se atreven a lanzar <strong>envases</strong> y hasta animales con los <strong>elementos prohibidos</strong> como licores o <strong>celulares.</strong> Hasta con <strong>drones</strong> los traficantes hacen llegar a los internos la <strong>droga</strong> que triplica su valor en el penal.Vea También: <a title="Con ropa y hasta en el propio cuerpo se 'meten' elementos a las cárceles" href="https://caracol.com.co/radio/2019/03/31/album/1554057209_200766.html#1554057209_200766_1554057396" target="_blank">Con ropa y hasta en el propio cuerpo se 'meten' elementos a las cárceles</a>Quienes se <strong>arriesgan</strong> a burlarse de la guardia del Inpec generalmente son personas con algún tipo de experiencia en el crimen.<strong> Mujeres,</strong> hombres y hasta<strong> menores</strong> que conocen la dinámica de una <strong>cárcel</strong> y cuál es el mejor momento para<strong> hacer la fila.</strong>También acuden <strong>adultos mayores</strong> que tratan de ganar la complacencia de la Guardia para evitar requisas<strong> más estrictas,</strong> incluso hasta personas con algún tipo de <strong>discapacidad,</strong> o que la simulan, para usarla como <strong>excusa</strong> para evitar los controles.El problema para estas personas, cuando se trata de ingresar droga a las cárceles es que terminan<strong> judicializadas</strong> por<strong> tráfico de estupefacientes</strong> y en las cárceles a las que iban de visita.La Guardia del <strong>Inpec</strong> todos los días, en especial en visitas los <strong>fines de semana,</strong> descubre <strong>nuevas modalidades</strong> que tienen por objeto <strong>engañarlos</strong>. Los funcionarios se anticipan a los <strong>delincuentes</strong> gracias a su experiencia, aunque reconocen que su trabajo sería más<strong> efectivo</strong> con más<strong> apoyo</strong> estatal.Dicen los funcionarios que cumplen su función con<strong> dedicación,</strong> pero <strong>“con las uñas”</strong> porque carecen de <strong>equipos de detección,</strong> de personal y<strong> apoyo</strong> institucional que seguramente potenciaría su <strong>actividad de vigilancia.</strong>Aun con las<strong> dificultades</strong>, los hallazgos y muchos de los objetivos en los operativos de <strong>registro</strong> y control se <strong>cumplen con éxito.</strong>