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Las debilidades que encontró la Contraloría en La SuperSalud

El ente de control evidenció que los indicadores de permanencia de las EPS se están incumpliendo y mantienen cifras crecientemente negativas.

Una auditoría de cumplimiento que practicó la Contraloría durante el segundo semestre del año 2018 a la Superintendencia de Salud, señaló que los indicadores de permanencia de las Entidades Promotoras de Salud (EPS) se están incumpliendo y mantienen cifras crecientemente negativas, mostrando un problema de sostenibilidad financiera de este sistema.

Para el ente de control, la anterior situación dejaría en evidencia las debilidades en la inspección y vigilancia que al respecto ejerce la Superintendencia Nacional de Salud.

En el estudio se aclara que la exigencia de un capital mínimo y la acreditación periódica de un patrimonio adecuado como indicadores de permanencia, pretenden garantizar la viabilidad y sostenibilidad económica y financiera de las EPS.

Sin embargo, el comportamiento del capital mínimo en el consolidado del Régimen Contributivo y el Régimen Subsidiado, entre junio de 2015 y diciembre de 2017, presenta un deterioro del 72%, al pasar de -2,2 billones de pesos a -3,8 billones de pesos.

En cuanto al patrimonio adecuado se tiene una tendencia negativa, al pasar de -3,2 billones de pesos en junio de 2015 a -$5,6 billones a diciembre de 2017, para una caída del 75%.

Por otro lado, para la Contraloría otro síntoma que da cuenta de las debilidades de la Supersalud en el cumplimiento de sus funciones es lo que le pasa a las EPS que ameritan una intervención directa y entran en medidas especiales, dado que una buena parte de ellas nunca logran salir de ahí y si terminan liquidándose, con lo que planes de salvamento y rescate terminan prácticamente como meras intenciones.

La entidad señaló que hay varios casos emblemáticos: Caprecom, Saludcoop, Cafesalud y Manexka, que llegaron hasta su liquidación definitiva.