Con las nuevas salas, se reactivan los procesos en la Corte Suprema

Colombia

Con la posesión de cinco magistrados de la Corte Suprema se reactivan varios de los casos que estaban quietos, como el del expresidente Álvaro Uribe por manipulación de testigos, el del exgobernador Luis Alfredo Ramos por presuntos nexos con paramilitares y hasta el del exmagistrado Jorge Pretelt por el presunto soborno que habría recibido para ayudar a Fidupetrol.

Se reactivan porque aún no tienen acusación formal y es la Sala de Instrucción la que entra a ejercer esta función, es decir, la de definir si hay méritos o no para que las personas vayan a juicio.

Esta era la Sala que faltaba para que entrara a funcionar con todos sus poderes la doble instancia para aforados en la corporación, aunque aún tienen que ser nombrados dos magistrados más para completar seis.

Héctor Javier Alarcón, Cristina Lombana, César Augusto Reyes y Francisco Javier Farfán, tendrán entonces la tarea de recolectar pruebas y decidir sobre las acusaciones.

Y en la Sala de Juzgamiento Jorge Caldas se une a los dos magistrados que ya trabajan desde Julio, Ramiro Alonso Marín y Ariel Augusto Torres.

¿Cómo funcionarán ahora los casos?

Cuando haya una denuncia contra aforados, que incluyen a magistrados, congresistas y gobernadores entre otros, la Sala de Instrucción será la que la revise, recolecte pruebas y defina si la personas acusada debe ir a juicio.

Si acusan a la persona u caso pasa a la Sala de Juzgamiento en la que se valorarán las pruebas y se emitirá condena si es necesario.

Si es condenada y la persona no está de acuerdo podrá apelar. Esa apelación se hará ante la Sala Plena de la Corte Suprema de Justicia, la que viene funcionado desde siempre, y ellos definirán si dejan en firme o no la condena.