Las aventuras globales de Fidel Castro y sus socios desalmados

Una de las facetas más sobresalientes de la Cuba de Fidel Castro fue el persistente envió de expediciones militares al exterior para ayudar a regímenes afines, no solo comunistas sino autocráticos y represivos. Para Fidel el lema de “exportar la revolución” fue mucho más que una simple consigna; se convirtió en una de las principales cartas de mostrar de la revolución cubana, especialmente durante la guerra fría en la que los cubanos le hacían los mandados a sus patrones soviéticos a través del envió a los confines del planeta de tropas, fuerzas especiales y “misiones humanitarias”.

Excepto Afganistán que para la Unión Soviética era su patio trasero y región estratégica a la que enviaron a su ejército a una humíllate derrota en 1979, en el resto del mundo no era “políticamente correcto” o aceptable dentro del balance de la guerra fría hacer lo propio, por lo que ese rol de “fuerza expedicionaria comunista” lo cumplieron a cabalidad los cubanos. A cambio de la extensa ayuda que la Unión Soviética le dispensó a la Cuba de Castro, el envió de soldados de la Isla a los lugares de interés del Kremlin constituía la forma de pago. Nunca se supo y quizás nunca se sabrá cuanto le costó en vidas humanas a Cuba pagar sus deudas de la guerra fría con Moscú pues cifras nunca se publicaron.

Fue en Angola donde más predomínante fue el rol de los más de 50.000 cubanos que lucharon junto al régimen del MPLA contra UNITA, insurgencia patrocinada y apoyada por Suráfrica y la CIA para desestabilizar al régimen izquierdista en Luanda. Años después Nelson Mandela agradecería a Castro por su intervención diciendo que “la derrota de UNITA y sus lacayos surafricanos demostró que el Apartheid no era invencible”. Menos venturosa resultó la intervención cubana en Etiopia en la década de los 80 donde la guerra civil que enfrentaba al régimen comunista de Mengistu Haile Mariam, ayudado por las tropas de la isla, desató una hambruna que mató a medio millón de etíopes entre ellos decenas de miles de niños. Las tropas cubanas fueron acusadas de haber impedido la distribución de alimentos en zonas de conflicto.

Tras la derrota de las fuerzas sirias en la guerra de Yom Kipur en 1973 a manos de Israel, en la que el ejército de Hafez al Assad, padre de Bashar, sufrió una estruendosa derrota, Cuba envió un batallón de tanques a la meseta Golán donde permaneció algunos años y enfrentó aisladas escaramuzas con las tropas israelíes al otro lado de la frontera. Manteniendo sus fuertes vínculos con la familia Assad, Cuba ha apoyado incondicionalmente a Bashar al Assad en la actual guerra civil siria y se rumora insistentemente que ha enviado asesores militares cubanos a colaborar con las fuerzas del régimen. El presidente ruso Vladimir Putin en el nuevo entorno geopolítico global ha reanudado las históricas relaciones que Cuba mantenía con la Unión Soviética, le condonó la deuda de 32.000 millones de dólares y la intervención de asesores militares cubanos en Siria apoyando a Rusia y a Assad es un poco volver al pasado.

Fuerzas cubanas participaron activamente en guerras en Argelia, Congo, Guinea Ecuatorial, Ghana, Eritrea, Yemen, Vietnam, Uganda y Congo Brazzaville. Fidel llevó a la práctica el internacionalismo solidario, pero para beneficio de otros: de los soviéticos y sátrapas de todos los pelambres cuyo único hilo conductor era el antiamericanismo.

En América, la primera intervención de Cuba fue a través del “foquismo” propuesto por el Che Guevara, lo que lo llevó a su tumba en Bolivia. Posteriormente el apoyo moral, financiero, logístico, ideológico y en armamento a las guerrillas latinoamericanas en Centro y Suramérica para las que emular la Sierra Maestra fue siempre su norte. Cuando a finales de los 90 se acababan las guerrillas latinoamericanas –excepto las nuestras- apareció en el firmamento de la Isla el Teniente Coronel Hugo Chávez Frías a quien Castro elevó al pedestal desde el mismo golpe de Estado de 1992. Una vez en el poder, Venezuela con quien Castro tenía una larga y conflictiva historia, se convierte en el receptor de decenas de miles de cubanos entre los cuales sobresalen los asesores que crearon lo colectivos motorizados, a la usanza de los “comités de defensa de la revolución”, encargados de acosar, amedrentar y más si es necesario a la oposición política.

Cuba terminó jugando un rol preponderante en los acuerdos de paz latinoamericanos de conflictos que la misma Isla había ayudado a crear. El activismo allende las fronteras fue el que le confirió a Fidel su estatura internacional, un activismo que favoreció a algunos, perjudicó a muchos pero quien definitivamente no se benefició fue el pueblo cubano, excepto quizás aquellos que haciendo parte de sus misiones salieron de la Isla para nunca más volver.