Opinión

Nobel Medicina 2014: El GPS del cerebro

Alfred Nobel estipuló que parte de su fortuna se debía otorgar a personas con descubrimientos de fisiología o medicina.

En su testamento, el inventor, ingeniero y químico sueco Alfred Nobel estipuló que parte de su fortuna se debía otorgar anualmente entre otros a "las personas que hubieran hecho el descubrimiento más importante dentro del dominio de la Fisiología o la Medicina". La decisión fue tomada por la Asamblea Nobel de 50 profesores independientes realizada en el Instituto Karolinska, tal como lo estipulara el inventor de la dinamita en el citado testamento, firmado en París el 27 de noviembre de 1895

Desde aquellos albores del siglo XX, todas las evaluaciones son hechas por el Comité Nobel del Instituto Karolinska, que es elegido a su vez por la Asamblea Nobel. Estableciendo el período global del siglo anterior, entre 1901 y 2000 un total de 172 científicos fueron galardonados con el Premio Nobel de Fisiología o Medicina. El más precoz, con 32 años de edad cuando logró el Nobel de Medicina, fue Frederick G. Banting, quien fue galardonado en 1923 por el descubrimiento de la insulina. En contraste, con 87 años de edad, el más veterano en lograrlo fue Peyton Rous, cuando se le concedió en 1966 por su descubrimiento del virus inductor de tumores

Por descubrir el ‘GPS interno’ en el cerebro que permite a las personas orientarse en el espacio y saber en todo momento donde se encuentran, el británico-estadounidense, John O’Keefe y el matrimonio noruego compuesto por May-Britt Moser y Edvard I. Moser han sido los justos ganadores del Premio Nobel de Medicina 2014

Los descubrimientos de John O’Keefe, May-Britt Moser y Edvard Moser han resuelto un problema que ha ocupado a filósofos y científicos durante siglos: ¿cómo crea el cerebro un mapa del espacio que nos rodea y cómo podemos abrirnos camino en un entorno complejo?”, destacó el Instituto Karolinska, que agregó que “el sentido del lugar y la capacidad de movernos son fundamentales para nuestra existencia. Gracias a las células de cuadrícula no tenemos que caminar con un mapa para encontrar nuestro camino cada vez que visitamos una ciudad porque tenemos un mapa en la cabeza", dijo Juleen Zierath, presidenta del comité que otorga el Nobel de Medicina. "Creo que sin esas células pasaríamos muchos problemas para sobrevivir"

Sabemos donde estamos y somos capaces de encontrar el camino de un sitio a otro. Tenemos un GPS interno. Nuestro cerebro crea un atlas del espacio que nos rodea y podemos navegar a través de un entorno complejo. Tenemos unas células de posicionamiento que son como los avisos de los planos, un “usted está aquí” de los adentros. Nuestro cuerpo se geolocaliza sin satélites. También tenemos unas células cuadrícula que generan un sistema de coordenadas para permitirnos la búsqueda de caminos. Yo con las cuadrículas hacía crucigramas, quizás por eso no me oriento y cometo errores en mis desplazamientos. Llegamos a los lugares almacenando información para cosernos un mapa

El Nobel de Medicina de este año abre la posibilidad de conocer un indicio temprano de Alzheimer: las personas afectadas se pierden y no encuentran el camino a su casa. Son las neuronas del sistema de navegación del cerebro las que en general mueren primero en los pacientes que sufren la enfermedad. El sistema brinda mapas mentales para la orientación en el espacio físico. La forma en que esto ocurre fue descifrada por los tres investigadores. A partir de estos conocimientos, los científicos esperan poder mejorar en el futuro el limitado sentido de la orientación que tienen los pacientes con Alzheimer

Estas neuronas, que llamaron “grid cells” (células de cuadrícula o rejilla), generan un sistema de cómo crea el cerebro un mapa del espacio circundante y cómo podemos encontrar el camino a seguir en un ambiente complejo. Desde la Asamblea del Nobel de Medicina indican que investigaciones recientes con técnicas de escáner cerebral, así como estudios de pacientes sometidos a neurocirugía, han probado que las células de posicionamiento y las "células de cuadrícula" existen también en los humanos. En pacientes con Alzheimer, el hipocampo y la corteza entorrinal están frecuentemente afectadas en una etapa temprana de la enfermedad, y estos individuos a menudo se pierden y no pueden reconocer el entorno en el que se hallan. El conocimiento del sistema de posicionamiento del cerebro puede, por tanto, ayudarnos a entender los mecanismos de la devastadora pérdida de memoria espacial que afecta a las personas que padecen Alzheimer. El descubrimiento de este sistema de posicionamiento representa un cambio de paradigma en nuestra comprensión de cómo los conjuntos de células especializadas trabajan juntas para ejecutar funciones cognitivas elevadas. Esto ha abierto nuevos caminos para le comprensión de otros procesos cognitivos, tales como la memoria, el pensamiento y la planificación

Definitivamente, nuestro cerebro aún está por descubrir. Hay que averiguar cómo se comporta ese GPS tanto en hombres como en mujeres… Dicen que los hombres son más orientados, pero como todo lo cerebral hay que ponerlo a funcionar, hay que ejercitarlo y evitar la pereza que por la modernidad nos ha hecho perder muchas de las virtudes que tenemos en nuestro cerebro.

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