Elogio al amor y al sexo perverso
Sexo y amor, grandes incógnitas, posibles complementos. ¿Cuál es la razón por la que debemos crear reglas alrededor de ellos?

La razón es porque lo prohibido nos encanta, porque en algún punto buscamos el gran reconocimiento público como los mejores amantes, ya sea por subir la autoestima o por sentirnos acompañados. El sexo es solo una sobrevaloración del placer. Si nos remitimos a la definición de la palabra sexo, encontraremos que es solo “una condición orgánica, masculina o femenina, de los animales y las plantas”. Si somos más exactos, las relaciones sexuales se pueden entender como “el conjunto de comportamientos que realizan al menos dos personas con el objetivo de dar y/o recibir placer sexual o reproducirse”. Por esta razón existe el Kamasutra; estudios que confirman teorías sobre las zonas erógenas, las hormonas o los comportamientos típicos de mujeres y hombres; y, en el peor de los casos, el manual del imaginario social sobre lo que es una buena relación sexual, al que con todo orgullo llamamos ‘sentido común’
En este punto, lo curioso es que ante tanta ciencia, mitología y clichés, aún existan tantas dudas acerca del sexo
El ser humano pasa años y años buscando la relación amorosa perfecta y si nos detenemos a mirar esa búsqueda, no puede faltar el ítem que señala “el buen entendimiento en las relaciones sexuales”, en palabras más fáciles, “sentir un placer único e inagotable”. Sin embargo, físicamente ya conocemos las posiciones que se pueden hacer, conocemos las zonas que debemos estimular y la necesidad de tener sexo; entonces, ¿Dónde está la ciencia o por el contrario, el arte?Ni el placer único, ni el placer inagotable están en una técnica y mucho menos dependen de un buen amante con ciertas características de forma y tamaño. De hecho, es sorprenderte encontrarse con parejas que se maltratan físicamente al tener relaciones porque anatómicamente sus cuerpos no se entienden debido a la famosa idea de que ‘cuanto más grande, más placer’. De tal manera, el arte está en el erotismo
Ciertamente, la definición de la palabra erotismo en muchos casos, es reemplazada por la definición de la palabra pornografía, pero para los curiosos y fascinerosos, hay que decir al igual que Terenci Moix, “la pornografía es el erotismo al que falta inteligencia”; palabras más palabras menos, el erotismo busca prolongar el placer, crear una experiencia, transformar lo simple en algo ‘más rico’ a través de la imaginación
Si bien es claro que no necesitamos sentir amor para imaginar, pero sí necesitamos sentirlo para tener disposición a valorar detalles que están mucho más allá de procesos mecánicos y físicos como lo es el coito, es ahí donde se encuentra la clave para una relación sexual perfecta. La imaginación es lo contrario a la obviedad, se basa en pequeños detalles que hacen que la mente se enriquezca y se viva experiencias únicas y, sin ser muy atrevidos, hay que reconocer que la imaginación y el sexo son la mezcla perfecta para reconocer que es lo que me puede llegar a hacer sentir más placer; siendo así, ¿Por qué para incentivar una relación sexual no se reemplaza una película porno (obviedad) por un roce de un cabello largo, suave y liso en el abdomen de un hombre o sentir la textura suave de unos labios en la parte trasera del cuello de una mujer?, ¿Cuántos detalles ignoramos a la hora de tener sexo que nos pueden llevar al cielo sin tener que gastar fortunas en libros y productos ‘creativos’?
Amar en todo el sentido de la palabra es valorar, amar es tomar la decisión de conocer los detalles de esa persona que nos encanta, de abrir los cinco sentidos y simplemente sentir. Ahí se encuentra el erotismo, los sabores, los olores, las imágenes, los sonidos, las texturas que esa otra persona tiene y que con solo sentirlo experimento placer
El enamoramiento es algo fácil, incontrolable. El amor es una decisión que implica razón, corazón y riesgo. A estos dos sentimientos, al igual que al sexo hay que meterles perversión, en el sentido de "cambiar el orden o estado de las cosas”, solo con el objetivo de hacerlo más rico, más placentero y más sensorial



