¿Cuál es el propósito de las relaciones sexuales?
La testosterona, hormona masculina por excelencia, parece jugar un papel muy importante en la determinación de cuál es el momento adecu
En el hombre, los niveles de la testosterona permanecen cerca de 10 veces más elevados que las lecturas más elevadas de las mujeres según su ciclo menstrual y ello, biológicamente, hace parte de la explicación de por qué el hombre tiene una mayor o más frecuente imaginería sexual, y con ello más deseo sexual, que la mujer
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De manera natural, la mujer pasa en su ciclo menstrual por al menos tres fases durante las cuales se alteran sus niveles hormonales y, aunque parece que durante el sangrado menstrual también sucede, sus niveles de testosterona más elevados se producen desde un poco antes hasta un poco después de la ovulación. Esto resulta particularmente lógico si consideramos que para la naturaleza, a la que no le son importantes ni la moral, ni la exagerada explosión demográfica, es conveniente que la mujer sienta deseo sexual justamente cuando está preparada para quedar en embarazo
No es extraño entonces que, por ejemplo, una mujer virgen que no quiere hijos aún y que se ha negado a tener relaciones sexuales con su insinuante pareja, acepte el riesgo justamente, sin saberlo, por supuesto, en el momento de más probabilidad de quedar embarazada con la consiguiente sorpresa y conclusión de “qué tan de malas yo…, es que era apenas mi primera vez”
Diríamos entonces que en el ciclo menstrual una mujer tiene ciertos días en los que estaría más dispuesta a aceptar un encuentro sexual; mientras que el hombre, por sus niveles de testosterona, debe estar dispuesto permanentemente. Si bien esta afirmación puede servir de argumento y disculpa para muchos, ese no es el propósito, es claro que si el hombre también experimentara altibajos en sus niveles hormonales, y con ellos, azarosamente, deseo o indiferencia respecto de las relaciones sexuales, se disminuiría la probabilidad de encuentros sexuales y con ello bajaría la tasa de embarazos y natalidad, lo que de nuevo no es interesante para la naturaleza a la que más bien le interesa que haya muchos embarazos y una gran tasa de natalidad para garantizar la adaptación y mantenimiento de la especie
Con base en lo anterior concluiríamos que para cuando la mujer se disponga por sus altos niveles hormonales; el hombre, entonces, debe estar siempre dispuesto. La naturaleza le produce cíclicamente “ganas” a la mujer mientras que al hombre lo mantiene así para que esté dispuesto cuando ella quiera. Hasta acá el propósito de las Relaciones Sexuales es la procreación
Sin embargo, aunque esta afirmación resulte cierta, no es exhaustiva: la testosterona no es el único factor determinante del cuándo de las relaciones sexuales y la procreación no es el único propósito
El argumento principal de las relaciones sexuales en el ser humano ya no es la procreación, que se ha vuelto secundaria, sino más bien la sublime y satisfactoria comunicación social entre dos personas
Nuestro carácter gregario, nuestra necesidad de sentirnos amados, consentidos, deseados y únicos, al menos por un momento, para otra persona y la oportunidad de desear, consentir, amar y hacer sentir a otra persona única para nosotros; y todo ello usualmente sumado al intenso placer biológico de un orgasmo; resulta determinante de nuestro comportamiento sexual actual
Es que, más cerca de otra persona no se puede estar…