Froome aprendió a controlar a Quintana
El ciclista británico ganó su segunda etapa en el Tour, superando el ataque de Nairo Quintana, en el ascenso al alpe de Mount Ventoux.

Nairo Quintana dio la batalla, cuando llegó el ascenso de fuera de categoría, el colombiano salió disparado en busca de tres objetivos, ganar una etapa, recuperarle tiempo al británico Chris Froome y volver al liderato de la clasificación de los jóvenes. En la meta solo pudo lograr uno de los tres y la camiseta blanca de los jóvenes volvió a ser suya
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La montaña regresó en el ascenso al Mount Ventoux, mítico puerto de montaña donde no solo las rampas del 10 por ciento son la dificultad mayor sino los fuertes vientos, sobre todo en la cima y allí Quintana quiso levantar los brazos por primera vez, pero el colombiano se está dando cuenta que para derrotar a Froome tendrá que seguir insistiendo sin fundirse porque el británico ya sabe que él es su amenaza y como tal, aprendió a controlarlo. Hasta ahora, Froome va ganando el duelo, pero ni por más equipo que tenga, ha logrado salir ileso de los jalones cuesta arriba de Quintana
Los 242,5 kilómetros de recorrido de la decimoquinta etapa de la edición centenaria del Tour incluyó rampas de tercera y cuarta categoría y un cierre demoledor, 20 kilómetros en los brazos del Mount Ventoux
Como sucedió en los pirineos, Quintana fue el de la dinamita, atacó solo y alertó al grupo. Sky trabajó y a los pocos kilómetros al colombiano se le unió la crema de la carrera: Porte, Froome, Contador, Rogers, Kreuziger, Mollema y Rodríguez
El ritmo de Quintana, a 41,7 kilómetros por hora, en promedio, siguió desbaratando a sus ‘guardias’. Solo Froome, el líder resistió, solo el británico contuvo la pólvora del boyacense, solo Froome parece conocer el secreto para manejar al colombiano, que es como un átomo inestable que al hacerlo reaccionar, vuelve caos lo que le rodea
A los últimos dos kilómetros llegaron Quintana y Froome en solitario. Los demás líderes siguieron a un paso distinto
Froome le conversaba, le sugería estrategias, le proponía cosas a Quintana. El de Cómbita se hacía el sordo, era una tapia, no gesticulaba, no volteaba su cabeza, no seguía el diálogo con su rival. Quintana no mordía la manzana
Sin embargo, el viento sí fue enemigo silencioso del colombiano y junto a la dura subida, vaciaron su tanque justo antes de pasar por la señal del último kilómetro. Allí Froome aceleró, gastó sus pocas energías para hacerse a unos segundos de diferencia. Quintana se quedó, no pudo recortarle y prefirió seguir a su ritmo
Ganó Froome. Fue su segundo triunfo y Quintana llegó a 29 segundos. El líder del Tour controló una vez más al boyacense, pero faltan muchos kilómetros en los Alpes y Quintana tiene ‘ardiendo’ al pelotón
Froome amplió su diferencia en la general a 4:14 sobre Mollema, segundo en la general y el colombiano subió dos posiciones. Ahora es sexto, pero más alejado en tiempo, a 5:47.



