Acusan a la Clínica Shaio de negligencia en muerte de niña de 11 años

La muerte de Alejandra Lineros, menor de 11 años, fue denunciada por su familia, quienes afirman que su muerte se debió a una negligencia médica de la clínica

Alejandra Lineros, de tan solo 11 años y quien hasta el pasado 1 de junio no había sufrido ‘ni de una gripa fuerte’, fue llevada ese día a la clínica Shaio porque se sentía indispuesta y la devolvieron a la casa porque según el médico se trataba de algo sin importancia que podía ser una gastritis. La revisión no incluyó ningún tipo de examen de sangre u otro tipo de análisis clínico. El domingo 3 de junio, la niña regresó a urgencias de esta institución médica y tras cambiarle la droga para la supuesta gastritis y recomendarle tomar jugos dulces para la deshidratación, la devolvieron de nuevo a la casa, a pesar de los ruegos de la madre para que realizara algún tipo de examen más detallado. Ese día, según la familia, el médico ‘ni siquiera la tocó’. Los padres querían hacerle exámenes y si era necesario iban a pagar lo exámenes. La respuesta fue que no era necesario

En la noche del mismo domingo, Alejandra fue ingresada de nuevo. Esta vez a cuidados intensivos de esta misma clínica Shaio y jamás volvió a salir. Sufrió un coma diabético porque la supuesta gastritis era en realidad una subida de azúcar que los jugos recomendados por el doctor hicieron llegar a límites increíbles. El lunes sufrió un paro respiratorio y varios paros cardiacos, siendo reanimada. Su cuerpo luchó algunos días entre la vida y la muerte, pero no logró sobrevivir

Alejandra tuvo muerte cerebral y falleció el martes 6 de junio. Sus órganos ni siquiera pudieron ser donados por el mal estado en que quedaron después de esta crisis severa que le afectó. Para la familia si el viernes, cuando llegó por primera vez, hubiera sido revisado a conciencia, nada de esto hubiera ocurrido. El médico no siguió los protocolos y el desenlace fue fatal. “Esta persona irresponsable no debería tener licencia médica”, insistieron sus familiares. Por parte de la clínica, a través de un comunicado de prensa, han informado que han hecho las respectivas evaluaciones del caso, con cada uno de los médicos que trató a la niña. Según ellos, no hay responsabilidad por parte de la Clínica Shaio y dan a entender entre líneas que parte de la culpa es de los padres por no saber que existía un historial de diabetes en su familia.