Internacional

Traspaso poder en Irak da un respiro a Bush pero siguen desafíos

El traspaso anticipado de poder en Bagdad le dio un respiro al presidente George W. Bush en medio de una cadena de noticias sombrías, pero también podría crear esperanzas, difíciles de satisfacer, entre los votantes estadounidenses sobre el futuro de Irak.

WASHINGTON.--- El traspaso anticipado de poder en Bagdad le dio un respiro al presidente George W. Bush en medio de una cadena de noticias sombrías, pero también podría crear esperanzas, difíciles de satisfacer, entre los votantes estadounidenses sobre el futuro de Irak.
Con la devolución del poder a los iraquíes, Bush, inmerso en una dura campaña por su reelección, cumple su promesa, despejando los temores de que la transferencia de la soberanía no pudiera hacerse.
Una transición estable sería un gran impulso para Bush en el corto plazo y aplacaría la ansiedad pública en torno a la guerra, que había comenzado a dominar la campaña electoral y llevado el nivel de aprobación del mandatario a niveles peligrosamente bajos.
"La gente dudaba mucho que la transferencia pudiera hacerse, por lo que los estadounidenses están animados con esto", dijo Karlyn Bowman, analista de encuestas del American Enterprise Institute.
"Pero el verdadero examen para el gobierno es lo que vaya a pasar con nuestras tropas en los próximos meses", dijo Bowman.
Más violencia contra soldados y civiles estadounidenses en Irak podría generar una nueva ola de pesimismo entre la población y dañar las esperanzas de Bush de ser reelecto.
Analistas advierten también que la transferencia generó expectativas entre los estadounidenses del fin de los enfrentamientos, pero si los ataques continúan esas esperanzas podrían desvanecerse.
El contexto en que se produjo el traspaso del poder, dos días antes de lo previsto para detener un baño de sangre, dejó al descubierto los duros desafíos que enfrentará Estados Unidos.
"GRAN ESPERANZA"
Bush calificó a la transferencia del poder como "un día de gran esperanza para los iraquíes y un día que los enemigos terroristas esperaban no ver nunca".
Su rival en las elecciones del 2 de noviembre, el demócrata John Kerry, que votó a favor de la guerra pero criticó a Bush por no obtener más apoyo internacional, dijo que el mandatario aún tenía que lograr un verdadero respaldo mundial.
Kerry, ayudado por las continuas malas noticias en Irak y por el escándalo por los abusos contra prisioneros, se encuentra ligeramente por encima de Bush en los sondeos a menos de cinco meses de las elecciones.
Bush perdió apoyo en lo que era su punto fuerte: su liderazgo en la "guerra contra el terror".
Una encuesta de CNN/USA Today reveló que el 60 por ciento de los estadounidenses cree que era muy o algo improbable que se logre la paz y la seguridad interna en Irak en los próximos cinco años.
El 60 por ciento también opinó que el traspaso del poder era una señal de que la política estadounidense en Irak estaba fracasando.
Analistas dijeron que una mejora en la sensación de seguridad podría levantar los espíritus de los votantes estadounidenses y permitiría a Bush capitalizar la recuperación de la economía.
"La mayor barrera para que Bush pudiera obtener un beneficio político de la mejora de la economía era la situación en Irak", dijo el analista Thomas Riehle, de Ipsos Public Affairs.

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