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Mueren 103 reos en incendio en prisión de Honduras

Un incendio en una prisión en el norte de Honduras causó el lunes la muerte de al menos 103 reos miembros de maras o pandillas, a poco más de un año de la muerte de decenas de pandilleros en un motín en otra cárcel del país.

TEGUCIGALPA.--- Un incendio en una prisión en el norte de Honduras causó el lunes la muerte de al menos 103 reos miembros de maras o pandillas, a poco más de un año de la muerte de decenas de pandilleros en un motín en otra cárcel del país.
La peor tragedia en la historia de un penal hondureño se inició con un estallido que originó un incendio durante la madrugada en la prisión de la ciudad de San Pedro Sula, a 165 kilómetros al norte de la capital, Tegucigalpa, dijeron autoridades.
Los muertos y heridos pertenecen a la pandilla Mara Salvatrucha (MS), la cual, junto con la Mara 18, es una de las más violentas que operan en el país.
"La explosión fue arriba de mi cama. El incendio empezó a la 1,30 y los policías fueron a abrir la bartolina (celda) hasta las 3,30 de la mañana, aunque nosotros gritábamos auxilio, auxilio!", dijo a emisores locales el reo Antonio Hernández, miembro de la MS.
Los 103 reos murieron en su mayoría por asfixia y casi una treintena resultó con heridas por quemaduras debido al incendio, que fue controlado posteriormente, dijo el portavoz de la policía de San Pedro Sula, subcomisionado Wilmer Torres Saavedra.
"Hubo una explosión y después empezó el fuego. Aparentemente la explosión y el fuego fueron provocados por un cortocircuito en el sistema eléctrico. Esto es preliminar, se sigue investigando", agregó.
"Los cadáveres se encuentran aún en el presidio, a la espera de exámenes forenses y los quemados fueron trasladados a un hospital", dijo el portavoz Torres.
En Roma, el presidente de Honduras, Ricardo Maduro, manifestó su consternación y anunció la suspensión de una visita que realizaba por Europa -en la que tenía previsto reunirse con el presidente español José Luis Rodríguez Zapatero y asistir a la boda del príncipe Felipe- para regresar a su país.
"El objetivo es asegurarme de que las investigaciones necesarias se lleven a cabo de inmediato", dijo Maduro a radios hondureñas tras entrevistarse en El Vaticano con el Papa Juan Pablo II.
SANGRIENTAS PRISIONES
"¡Ellos los mataron, ellos no los dejaron salir!", gritaron familiares de los reos que por decenas acudieron a las afueras del penal de San Pedro Sula, aludiendo a denuncias de que los policías no habrían permitido la salida de prisioneros pese al fuego.
Torres dijo que policías dispararon al aire para evitar una fuga, pero declaró que no hubo un ataque contra los reos.
En abril del 2003, 68 personas, en su mayoría reos miembros de las maras, murieron acribillados a tiros y quemados en el penal de la ciudad de La Ceiba, 185 kilómetros al norte de Tegucigalpa, tras un violento motín. El Ministerio Público procesó a 51 oficiales y agentes de la policía y del ejército por la matanza.
El gobierno de Maduro lanzó en agosto del año pasado una "cacería" contra las maras -consideradas el principal problema de seguridad de la población-, buscando encarcelar a grupos dedicados a asaltos a comercios, robos a viviendas y vehículos, tráfico de drogas y otros delitos.
Según grupos privados y estatales de defensa de los derechos humanos, casi 2.500 jóvenes han sido asesinados en Honduras desde 1998 a manos de escuadrones de la muerte integrados por policías o ex policías y debido a las disputas entre las propias maras
El gobierno ha rechazado que exista una política de exterminio de los pandilleros.
El penal de San Pedro Sula ha sido en los últimos meses escenario de enfrentamientos entre reos comunes, conocidos por "paisas" y miembros de las maras. El presidio incluso ha sido objeto de ataques fallidos con explosivos desde el exterior, en áreas que ocupan miembros de las maras, según funcionarios.
Las pandillas redujeron su presencia y operación en Honduras desde que el gobierno lanzó la persecusión en su contra. Más de 1.000 pandilleros han sido enviados a las cárceles aplicándoles una llamada "Ley Antimaras", que impone cárcel de seis a 12 años a los acusados por asociación ilícita.
En los 25 penales de Honduras se alojan en condiciones de hacinamiento unos 11.500 reos en áreas para atender a poco más de la mitad, dicen funcionarios. En el penal de San Pedro Sula se encuentran internos unos 1.900 reos.

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