Ferrero se queda con sed de gloria
Un premio de consolación de medio millón de dólares y el ascenso a número uno del mundo no son una mala recompensa, pero sirven muy poco para apaciguar el ánimo de Juan Carlos Ferrero luego de su derrota ante Andy Roddick en la final del Abierto de Estados Unidos.
NUEVA YORK.--- Un premio de consolación de medio millón de dólares y el ascenso a número uno del mundo no son una mala recompensa, pero sirven muy poco para apaciguar el ánimo de Juan Carlos Ferrero luego de su derrota ante Andy Roddick en la final del Abierto de Estados Unidos.Es que el tranquilo tenista español había viajado a Nueva York con la ilusión de sumar el título disputado en Flushing Meadows a su corona conquistada en junio en el Abierto de Francia.La sombría expresión en el rostro cuando recibía el cheque en la ceremonia de clausura en el estadio Arthur Ashe tras caer 6-3, 7-6 y 6-3 ante Roddick reflejó claramente la desilusión del subcampeón."Me siento un poco triste, pero creo que hice un buen trabajo en estas dos semanas. Al comienzo del torneo no esperaba convertirme en número uno ni avanzar a la final", dijo Ferrero, quien el lunes apareció oficialmente como el número uno en el ránking de la Asociación de Tenistas profesionales (ATP). DIFICIL CAMINO A LA FINALLa quincena en Flushing Meadows mostró a un impresionante Ferrero, que se se abrió camino a su primera final de un Abierto de Estados Unidos frente a rivales y condiciones intimidantes.Con una lluvia que congestionó la agenda, Ferrero se vio obligado a jugar cuatro partidos en cuatro días contra una serie de "adversarios asesinos" que incluyó a dos ex campeones, entre ellos uno de los mejores jugadores de todos los tiempos: el estadounidense Andre Agassi.Su victoria en los octavos de final ante el norteamericano Todd Martin, finalista en 1999, fue seguida por otra más impresionante en cuartos de final ante el australiano Lleyton Hewitt, ex número uno del mundo y campeón en 2001.Luego, el valenciano de 24 años logró su gran triunfo sobre Agassi, maestro de la superficie dura y ganador de ocho títulos individuales en torneos del Grand Slam, que lo llevó a la final, donde no pudo doblegar el poder explosivo de Roddick."Trabajé para esto, para jugar la final, para batir a grandes jugadores como Todd Martin, Hewitt, Agassi y también Roddick, pero no tuve suerte", indicó Ferrero."Nunca antes tuve que jugar cuatro días seguidos contra ellos y espero que no vuelva a suceder. Pero lo que aprendí es que puedo jugar buen tenis en cancha dura y frente a cualquier rival", afirmó.



