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Guerra sigue dejando estela de muertos en Bagdad

Al menos 15 cuerpos calcinados yacían el miércoles en una populosa calle de Bagdad, mientras el presidente George W. Bush celebraba la "precisión letal" de los pilotos norteamericanos y advertía a los líderes iraquíes que el día de rendición de cuentas estaba próximo.

BAGDAD.--- Al menos 15 cuerpos calcinados yacían el miércoles en una populosa calle de Bagdad, mientras el presidente George W. Bush celebraba la "precisión letal" de los pilotos norteamericanos y advertía a los líderes iraquíes que el día de rendición de cuentas estaba próximo.
Después de casi una semana de intensos ataques contra objetivos dentro y fuera de la capital iraquí, la andanada de misiles en un mercado del distrito de Shaab pareció ser la primera en alcanzar una zona residencial causando numerosas bajas civiles.
El Pentágono dijo en Washington que las fuerzas encabezadas por Estados Unidos no lanzaron misiles o bombas contra el mercado, pero dejó abierta la posibilidad de que una bomba o un misil desviado pudieron haber impactado la zona.
El mayor general Stanley McChrystal, subdirector de operaciones del Estado Mayor Conjunto, dijo que las fuerzas encabezadas por Estados Unidos no lanzaron misiles o bombas contra un mercado, ubicado en una concurrida calle de Bagdad.
"No sabemos con certeza si fue (munición) estadounidense o iraquí y no podemos hacer ninguna suposicón en este momento", dijo el general Stanley McChrystal, subdirector del Estado Mayor Conjunto.
"Seguiremos revisando para ver si hubo alguna falla. Pero otra explicación podría ser (artillaería antiaérea iraquí) triple-A o un misile tierra-aire que falló su objetivo y cayó en el área del mercado", agregó. Corresponsales de Reuters contaron al menos 15 cuerpos que yacían en una calle del distrito Shaab de Bagdad, en medio de chatarras de autos ennegrecidos y escombros de edificios destrozados. Un camión de combustible ardía en llamas.
En el segundo día de intensas tormentas de arena que azotan a Iraq, las fuerzas estadounidenses libraron sangrientas escaramuzas en su avance hacia Bagdad desde el sur del país, en el marco de la invasión dirigida a derrocar al gobierno del presidente Saddam Hussein.
Mientras, Bush dijo a tropas estadounidense y a sus familiares en una base aérea en el estado de Florida que sus fuerzas en Iraq estaban confrontando a los efectivos más temerarios de Hussein, la Guardia Republicana.
"No podemos pronosticar el final del régimen iraquí, pero puedo asegurarles a ustedes y al sufrido pueblo iraquí que habrá un día de rendición de cuentas para el régimen iraquí, y ese día se está acercando", dijo Bush en la base aérea MacDill, en Florida, sede del Comando Central del ejército de Estados Unidos.
"Nuestros pilotos y misiles de crucero han impactado objetivos militares esenciales con precisión letal", añadió el presidente.
En contraste, Bush dijo que unidades iraquíes había usado medios viles y cobardes. "Lanzaron ataques haciéndose pasar por civiles. Usaron ciudadanos civiles reales como escudos humanos. Fingieron que se rendían y luego dispararon contra los que fueron misericordiosos con ellos".
"La protección de civiles inocentes es un compromiso centra de nuestro plan de guerra. Nuestro enemigo en esta guerra es el régimen iraquí, no la gente que la sufre", declaró.
CADAVERES EN EL CAMINO
Al sur de Bagdad, el corresponsal de Reuters Sean Maguire, que acompañaba a los marines estadounidenses en su avance hacia el norte, vio una decena de cadáveres entre vehículos ennegrecidos en la ruta norte del pueblo de Shatra, donde un convoy estadounidense fue atacado por un pequeño grupo.
A siete días del comienzo de la batalla, las tropas estadounidenses se hallan a 80 kilómetros de Bagdad.
El ministro de Información de Iraq, Mohammed Saeed al-Sahaf, dijo que las fuerzas lideradas por Estados Unidos habían herido a más de 500 personas y destruido más de 200 hogares en la ciudad de Nassiriya.
Un oficial del ejército estadounidense dijo que algunos de las bajas de 12 soldados pertenecientes a una caravana de suministros atacada el domingo cerca de Nassiriya, en el sur de Iraq, podrían haber muerto a manos de sus captores aunque trataron de rendirse.
El Pentágono dijo que estaba enviando al Golfo Pérsico a su Cuarta División de Infantería de alta tecnología y a otras unidades con un total de 30.000 soldados para reforzar la invasión de Iraq.
Algunos comentaristas han dicho que las tropas terrestres de Estados Unidos necesitaban refuerzos, especialmente porque la resistencia iraquí había sido más compleja de lo esperado.
Durante la noche, una fuerza estadounidense libró una feroz batalla a unos 160 kilómetros al sur de Bagdad. Un oficial del ejército de Estados Unidos dijo que alrededor de 300 iraquíes habían muerto.
La batalla cerca de la ciudad musulmana chiíta de Najaf fue una de las más feroces desde que comenzó la guerra.
Si se confirma que un ataque con misiles causó muertos civiles en Bagdad, esto dañaría los esfuerzos estadounidenses y británicos por callar a la gente que se opone a la guerra. La televisión árabe mostró imágenes de cadáveres y heridos.
"Hay al menos 13 muertos y 30 heridos. Dos misiles hicieron impacto en la calle", dijo el funcionario del departamento de defensa civil Haneed Dulaimi.
Furiosos residentes del área sacaron a un hombre con la cabeza ensangrentada de los escombros.
CONFUSION EN BASORA
El primer ministro británico, Tony Blair, dijo que había señales de una creciente disidencia en Basora, la segunda ciudad en importancia de Iraq. "Verdaderamente los reportes son confusos, pero creemos que hubo alguna forma limitada de insurrección", dijo Blair al parlamento.
Periodistas en la televisión árabe en Basora dijeron el miércoles que no habían visto señales de una revuelta contra Saddam Hussein.
"No hay signos de que se haya registrado un levantamiento", dijo Mohammed al-Abdallah, de la cadena árabe de televisión Al-Jazeera. "Todo lo que podemos oír son explosiones distantes en el sudeste, y creemos que allí continúan los combates".
El secretario británico de Defensa dijo a la BBC de Londres que no estaba claro lo que está sucediendo en Basora.
"Ha habido disturbios con gente local que se está rebelando contra el régimen", dijo Hoon. "Han habido intentos de parte de la milicia del régimen por atacar a esa gente, a su propia gente, atacarla con morteros, fuego de ametralladora, rifles, etcétera".
La población mayoritariamente chiíta de Basora se levantó contra el gobierno de Hussein luego de la Guerra del Golfo en 1991, pero su revuelta fue rápidamente aplastada, mientras las fuerzas de Estados Unidos se mantenían al margen.
Las fuerzas lideradas por Estados Unidos esperan que los chiítas del sur respalden su invasión esta vez.
La situación humanitaria en Basora se ha convertido en causa de creciente preocupación. Oficiales navales británicos dijeron el martes que finalmente aseguraron Umm Qasr, el único puerto de aguas profundas de Iraq.
Se espera que un buque de la Marina británica atraque en el puerto el jueves para llevar los primeros suministros de ayuda humanitaria a los miles de sedientos y hambrientos habitantes del sur de Iraq.

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