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Yo no voy a traicionar a mi pueblo, lo juro: Chávez

El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, busca levantar un paro que el domingo entra en su séptimo día y mantiene detenidas las vitales exportaciones petroleras del país, pero fracasó en un intento por asumir el control militar de un buque cisterna que apoya la protesta opositora.

CARACAS.--- El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, busca levantar un paro que el domingo entra en su séptimo día y mantiene detenidas las vitales exportaciones petroleras del país, pero fracasó en un intento por asumir el control militar de un buque cisterna que apoya la protesta opositora.
Dos días después de que los ánimos se inflamaron por el asesinato de tres personas durante una manifestación "antichavista", el mandatario dijo que está trabajando en una reestructuración en la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) para impedir, "cueste lo que cueste", que sea destruido el corazón de la economía venezolana.
"No van a poder parar la empresa petrolera, no van a poder quitarle a Venezuela la alegría", dijo Chávez en su programa semanal de radio y televisión ¡Aló Presidente!, levantando y besando una imagen del niño Jesús.
"Yo no voy a traicionar a mi pueblo, lo juro, vengan contra mí las oligarquías que vengan", agregó al volver a calificar la huelga petrolera como un "sabotaje".
Respecto a PDVSA, además de recordar que sus instalaciones están reforzadas militarmente, el mandatario recalcó que "vamos a tomar un conjunto de decisiones, vamos a dar la batalla en todos los frente que haya que darla".
Venezuela, quinto exportador mundial de crudos, no ha embarcado buques con petróleo ni sus derivados desde el jueves, debido a que gran parte de la gerencia y empleados de PDVSA se sumaron al paro, con el que la oposición busca presionar a Chávez para que acepte un referendo que pregunte sobre su renuncia inmediata y el posterior adelanto de elecciones.
En un intento por normalizar los embarques petroleros, cuya paralización obligó a PDVSA a recortar producción y actividades de refinación y a declarar estado de "fuerza mayor" con sus clientes, Chávez ordenó el sábado el abordaje militar del buque cisterna "Pilín León" y sacó al capitán de la nave.
RESTITUIDA TRIPULACION DEL PILIN LEON
Pero el domingo, un tribunal dictaminó que el capitán del barco debía ser restituido porque la nueva tripulación --oficiales de la Armada-- no estaba en capacidad ni cumplía las normas internacionales para asumir el control del buque, cargado con 44 millones de litros de gasolina.
"Denuncio que hubo violaciones por presencia de hombres armados en el interior del Pilín León poniendo en riesgo las vidas de las personas que nos encontramos a bordo", dijo el abogado José Luis Alcalá.
Otra docena de tanqueros de PDVSA también se mantienen fondeados en los principales puertos petroleros del país, comprometiendo las obligaciones de Venezuela, socio de la OPEP y uno de los principales suplidores de Estados Unidos, el mayor consumidor de energía del mundo.
Varios directivos de PDVSA pusieron sus cargos a la orden el viernes.
El transporte interno de combustible también está detenido, lo que ha generado temores de desabastecimiento en la población, que en algunas ciudades del país ha hecho largas filas en las estaciones de servicios.
Las compras nerviosas también han alcanzado a los expendios de alimentos. Las industrias y centros de distribución de bienes de consumo que apoyan el paro, han garantizado el abastecimiento a la población de 23 millones de habitantes.
Los empresarios, sindicalistas y políticos que lideran el "paro cívico nacional" han radicalizado su protesta al no obtener respuesta del gobierno a su demanda electoral y han acusado a Chávez de ser el responsable de las muertes violentas por haber sembrado el odio y la división social.
El paro, que han amenazado con hacerlo indefinido, es en contra de lo que los detractores de Chávez califican como un gobierno corrupto, con tendencias autoritarias y comunistas y altamente ineficiente para administrar los recursos públicos, ya que en momentos de altos precios del crudo el país enfrenta una de las peores recesiones económicas de su historia.
OEA MANTIENE GESTIONES
La economía de Venezuela cayó 6,4 por ciento entre enero y septiembre de este año, período en el que ha predominado la inquietud política y la poca confianza de los inversionistas hacia el país. En abril Chávez sobrevivió a un alzamiento militar y desde entonces la oposición no ha cesado en sus acciones para sacarlo del poder.
Chávez, un militar retirado que ganó las elecciones de 1998 con abrumadora mayoría, insiste en que tiene apoyo del pueblo y además de negarse a renunciar, desestima la consulta propuesta por la oposición para febrero del 2003. Recientes sondeos revelan que mantiene una popularidad sobre el 30 por ciento.
El gobernante, que mantiene un discurso confrontacional con los medios de comunicación y sus enemigos políticos, argumenta que constitucionalmente lo único que lo obligaría a renunciar es un resultado adverso en un referendo revocatorio, que debe esperar hasta agosto del 2003 cumplida la mitad de su mandato.
La crisis política en el país ha despertado la inquietud internacional, y la Organización de Estados Americanos (OEA) logró sentar de nuevo en la tarde del sábado al oficialismo y a la oposición a una mesa de negociaciones que busca encontrar una salida electoral a la crisis.
Pero no hubo acuerdos y el domingo había dudas de que siguieran las conversaciones, mientras varios miles de opositores marcharon en Caracas hasta el cementerio donde fueron enterradas las víctimas del ataque del viernes, cuando al menos un pistolero disparó contra una manifestación que apoyaba a un grupo de militares disidentes.

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