Píldoras sintéticas las drogas del futuro

CHIANG SAEN, Tailandia.--- El uso de drogas diseñadas, como las píldoras de metanfetamina, se está propagando con tanta rapidez que muy pronto restará importancia al consumo de narcóticos tradicionales, como la heroína y la cocaína, según las Naciones Unidas.
Grupos de crimen organizado fabrican estas pequeñas píldoras de colores llamativos y fáciles de transportar en sus centros de operación, ubicados generalmente en el sur de Asia, y de ahí las envían hacia los mercados clandestinos locales y occidentales para satisfacer la demanda de los principales consumidores: los jóvenes.
Antonio María Costa, director ejecutivo de la División de Crímenes y Drogas de las Naciones Unidas, con sede en Viena, Austria, dijo a Reuters que estas nuevas sustancias se pueden fabricar en cualquier parte del mundo a un bajo costo, lo que dificulta su control.
"Deseo recalcar el notable peligro que representa el aumento de la producción y el consumo de las metanfetaminas en el mundo", dijo Costa durante una entrevista en el Triángulo Dorado, el eje de fabricación de estas drogas, que se halla entre las fronteras de Tailandia, Laos y Mianmar.
"En el futuro, el uso de drogas sintéticas puede convertirse en el problema más grave que hayamos enfrentado" hasta ahora, añadió.
Sin embargo, la información existente sobre la producción y el consumo es poco confiable, pero las Naciones Unidas posee datos que sugieren un aumento alarmante del uso y abuso de drogas sintéticas.
Los archivos de las Naciones Unidas almacenan datos sobre la confiscación de drogas sintéticas, conocidas como "estimulantes del tipo anfetamínico" (ETA), que se fabrican en laboratorios secretos usando químicos, como la efedrina.
En el 2000, la producción llegó a casi 40 toneladas, en comparación con cinco toneladas en 1991.
El Instituto Nacional de Abuso de Drogas de Estados Unidos explica en su página cibernética que la metanfetamina es un estimulante potencialmente adictivo que ha sido vinculado a trastornos graves de salud, como la pérdida de la memoria, las conductas agresivas, la psicosis y los daños cardíacos y cerebrales.
Estas sustancias sintéticas se consumen principalmente en bares, clubes nocturnos, y en las llamadas "fiestas", a las que asisten grandes cantidades de jóvenes, según datos del Observatorio Europeo de Drogas y Toxicomanías.
AUMENTO DE LA PRODUCCION
Aunque no se dispone de nueva información, la evidencia anecdótica sugiere que la producción ha aumentado extraordinariamente en los últimos dos años, especialmente en Mianmar, Tailandia y China, donde se produjeron más de cuatro quintos de ETA en el 2000, según las Naciones Unidas.
Muchos de los laboratorios que producen metanfetaminas están bien escondidos a lo largo de la frontera entre Tailandia y Mianmar, conocida antiguamente como Burma.
Costa, que se encuentra en la región del Triángulo Dorado para visitar un proyecto antidrogas de sustitución de cultivos, dijo que hay evidencia de que muchos países están involucrados en la producción de sustancias sintéticas.
"El proceso está aumentando en cualquier parte del mundo, porque la demanda también está aumentando. El consumo (de cocteles de drogas) a nivel mundial se está convirtiendo en un fenómeno peligroso, pues los consumidores están usando un narcótico en combinación con otros", agregó.
A menudo, una de estas drogas es un narcótico tradicional, como la cocaína o la heroína, que luego se combina con un estimulante sintético, explicó.
El consumo de estimulantes sintéticos está aumentando rápidamente en Estados Unidos, Europa y Japón, así como en el sur de Asia. En Filipinas y Tailandia, por ejemplo, son muy populares y cada pastilla cuesta menos de dos dólares.
Cuando se le preguntó a Costa si aceptaba un estimado que indicó que alrededor de 1.000 millones de píldoras de metanfetaminas podrían cruzar de Mianmar a Tailandia en el 2003, después de un influjo de casi 700 millones este año, el funcionario contestó que "es una cifra posible, aunque resulta muy difícil calcular el total".
A pesar del creciente abuso de drogas sintéticas, Costa señaló que los gobiernos podrían luchar contra el problema atacando desde varios flancos. Por ejemplo, desalentando el consumo de estas sustancias, frenando su distribución y ofreciendo alternativas de ingresos a los productores.
"Esta guerra está tomando un carácter más serio. El riesgo es mucho mayor y creemos que a la larga los gobiernos triunfarán", concluyó. "Pero necesitamos inspiración, compromiso y determinación".