Economistas Wall St instan a agresiva reforma fiscal en Colombia
Economistas de Wall Streetcoincidieron el jueves en instar a Colombia a que emprenda cuantoantes agresivas reformas fiscales para contener su abultada deudapública, tras advertir que es una de las naciones deLatinoamérica más vulnerable a próximos choques en la región.
Bogotá.--- Economistas de Wall Streetcoincidieron el jueves en instar a Colombia a que emprenda cuantoantes agresivas reformas fiscales para contener su abultada deudapública, tras advertir que es una de las naciones deLatinoamérica más vulnerable a próximos choques en la región.Añadieron que esta parte del hemisferio volverá a sufrir enel 2003 de bajos precios de las materias primas, turbulenciapolítica, estampida de inversionistas y dificultades para accederal financiamiento externo."Si el nuevo gobierno no ataca el problema fiscal en unaforma más agresiva, Colombia terminará mal en el mediano plazo",dijo José Luis Daza, director global del departamento deestrategia de los mercados emergentes del Deutsche Bank en NuevaYork.La economía de Colombia, la quinta mayor de América Latina,se encuentra en un acelerado declive, en medio de un abultadodéficit fiscal, y una explosiva situación social reflejada en undesempleo que ronda el 18 por ciento y con el 60 por ciento desus más de 40 millones de habitantes en la pobreza extrema."El problema de Colombia son sus finanzas públicas y ladinámica de la deuda pública, que ha pasado de ser una de lasmenores de la región a una de las mayores", sostuvo LaceyGallagher, directora del Departamento de Investigación deLatinoamérica de Credit Suisse First Boston en Nueva York.Para el 2002 los analistas prevén un crecimiento económico deentre 1 y 2 por ciento en Colombia. Aunque es una proyecciónsuperior al promedio de la región de entre 0 y 0,5 por cientopara este año, es insuficiente para la extrema pobreza que azotaal país. Para el 2003 prevén una expansión de 2,5 por ciento.RECOMIENDAN MAS RIGOR EN AJUSTESColombia, que apenas creció un 0,5 por ciento en el primertrimestre del 2002, firmó un acuerdo de facilidades extendidas a3 años con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que vence elpróximo 19 de diciembre y que gravita en un riguroso ajustefiscal, en el que ha cumplido la mayoría de las metas.Pero los economistas de Wall Street creen que debe ser muchomás riguroso, dadas las desfavorables expectativas para la regiónde un menor crecimiento y la inestabilidad política, que harámucho más renuentes a los inversionistas a volver a traer suscapitales a América Latina.Un campanazo de alerta es la caída del peso a mínimoshistóricos en el ultimo mes, por el recorte de los cupos decrédito a bancos y empresas colombianos por parte de suscorresponsales en el exterior, ante la mayor percepción de riesgode que se agudice la crisis de Argentina y los temores deincumplimiento de pagos de Brasil.La situación se ve agravada por el impacto del extensoconflicto armado interno de 38 años, el más prolongado delhemisferio, que deja cada año unos 3.500 muertos y que le restahasta 4 puntos adicionales de crecimiento económico.En materia de endeudamiento público, Colombia "sólo essuperada por Argentina, Ecuador y Brasil y eso no es una buenacompañía", agregó Gallagher ante un seminario de empresarios ybanqueros sobre cómo ve Wall Street a Colombia.Colombia aumentará en el 2003 sus amortizaciones de deudaexterna en un 24,3 por ciento a 2.504 millones de dólares, frentea los 2.013 millones este año, mientras los pagos por intereses ycomisiones subirán en 6,36 por ciento a 1.754 millones, frente alos 1.649 millones este año.La deuda pública interna y externa del país, de casi 47.000millones de dólares, concentró un 60 por ciento del valor delProducto Interno Bruto (PIB) a marzo pasado, de acuerdo conrecientes cálculos del Banco Central. En 1996 la proporción erade un 30 por ciento.Gallagher agregó que las reformas fiscales deben atacar elgrave problema de las pensiones, cuya deuda a valor presente delos próximos 50 años ha sido calculada por el gobierno en 200 porciento del PIB.El país aún enfrenta una situación fiscal más difícil, con undéficit primario de 2,7 por ciento del PIB el año pasado,comparado con el superávit primario de 3,75 por ciento exigidopor los inversores a Brasil, la mayor economía de la región.



